Entre amigos ...

Era un sábado cualquiera en el bar..... El bar de mi marido....bueno, es un bar pero de uso privado solo para nosotros, la familia y amig@s. Como no lo tiene abierto al público, pasamos muchos fines de semana, como hoy, echando un rato todo el grupo de amig@s. Es como el salón de casa pero estilo bar rockero y además, él lo acondicionó y lo hizo acogedor para estas reuniones.
Hoy sábado, habíamos quedado con el grupo de siempre: dos amigos suyos solteros, dos parejas con niñ@s y nosotros. Al ser un bar, no podía faltar la bebida, claro. Cada uno se trae lo que va a a beber allí cada vez que vienen y allí se queda lo que sobra para otro día. El caso es que esa noche pedimos pizzas y cenamos allí y después de la cena empezaron con las copas. El ambiente siempre es bueno: risas, bromas, cachondeo.... Somos todos amig@s de mucho tiempo y nos conocemos bien. Mi marido es el primero que está siempre de broma con los colegas y siempre me mete a mi en sus historias. Tenemos mucha confianza por eso de los años de amistad y claro, cuando el alcohol fluye, más calentito esta el ambiente y las conversaciones. Hablamos de todo, incluido sexo, ya somos mayorcitos, y él siempre cuenta alguna intimidad nuestra. Siempre ha sido así y ya estoy acostumbrada aunque a veces se pasa y hay que cortarlo.... De entre todos los amigos , tiene con uno de ellos, de los dos solteros, un jueguecito un tanto morboso en el que está empeñado en meterme, vaya, que yo soy el centro del juego. El caso es que le cuenta como llevo las bragas , le manda fotos mías para que vea como voy vestida, le incita a que me mire las piernas cuando llevo minifalda, y cosas así. Incluso me sugiere delante de él que le haga un favor, un favor sexual claro, que como está soltero pues que me lo agradecería. Este amigo se lo toma a cachondeo y le sigue el rollo.. Se ríe y hace algún comentario a veces muy metido en el juego referente a lo guapa que me he puesto y me mira de arriba a abajo cuando mi marido se lo sugiere y sobre todo, le encanta que le mande fotos mías. Él no lo dice pero mi marido si que me lo comenta. Yo diría que hasta le habrá enseñado fotos de mis bragas, de esas que me pide que le mande cada dos por tres para deleitarse.
La cosa se estaba poniendo calentita y muy morbosa esa noche hablando de la frecuencia de nuestras relaciones sexuales.... Como siempre, mi marido había sacado el tema e intentaba sonsacar a las parejas: para ellos eran pocas veces las que follaban y ellas decían que ellos querían siempre. Sobre todo intentaba sonsacar a una de ellas con la que tiene un tonteo bestial siempre que quedamos y a las que ha declarado abiertamente que le encantan sus tetas, pero esa es otra historia... Volviendo al tema, los solteros sugerían a las casadas, incluida yo, que también ellos necesitaban amor y que aceptarían cualquier "regalo" que quisiéramos darles.Mi marido animaba a todas e incluso proponía una orgía, que ya que eramos tan amigos, la cosa no iba a tener importancia y todo iba a quedar en familia, como aquel que dice. Como véis, el tema subía y subía de temperatura y hasta se hablaba de usar el cuarto de baño por turnos para un folleteo promiscuo, y demás guarradas que se le iban ocurriendo al personal ya un poco bebido. Este amigo, el soltero, Carlos, había dicho muchas de veces de enseñárnosla algún día pues al parecer la tiene bastante grande, y eso siempre gusta de ver, claro, una no es tonta, ni ninguna de las que estábamos allí.... El caso es que la amiga con la que mi marido se trae el tonteo, a la que llamaremos Ana, y yo le retamos a que nos la enseñara esa noche , en ese momento, que ya eran muchos días los que nos había puesto los dientes largos y que eso no podía esperar más. Él no se achantó y sin decir nada se levantó del taburete en el que estaba sentado y se fue hacia el baño invitándonos a Ana y a mi a que fuéramos con él. Os podéis imaginar a los demás tíos jaleándolo y vociferando: ¡Qué se la saque! ¡Qué se la saque! ¡Qué se saque la chorra! ...... Nosotras también nos levantamos sin mediar palabra y muy valientes fuimos hacía el baño , entramos detrás de él y cerramos la puerta. Nos quedamos delante de él riéndonos y esperando. He de decir sobre él que no esta nada mal físicamente, sobre todo, se le ve fuerte , y es moreno como a mi me gustan: tocar sus músculos, todos, no me importaría, jajaja! El caso es que allí delante nuestra nos dijo riéndose: ¿Pero de verdad queréis verla?. Ella dijo: ¡Hombre, claro! ¿Para qué te crees que estamos aquí? ... y seguimos riéndonos. Fuera se seguían escuchan voces, risas y demás. Bueno- dijo él y se echo mano del cinturón para desabrochárselo. Nosotras miramos expectantes todos sus movimientos intentando deshacerse del cinturón, no sin nervios, y mostrarnos sus calzoncillos ajustados negros. Se veía un bulto sí, pero el tema era verla en carne y hueso, pero no se decidía .... hasta que Ana, ni corta ni perezosa se la agarró por encima del calzoncillo y empezó a manoseársela, así sin más, como si lo hubiera hecho más veces. Le dijo desafiante: ¿Esto es todo?..... Yo, que no quería ser menos, me lancé y se los bajé hasta que su cosa salió como un resorte del calzoncillo ajustado, ya bastante crecidita y bastante apetitosa, por cierto. La verdad, es que estaba en todo su esplendor: grande, gorda... Daban ganas de agarrarla.... Él estaba que no sabía que hacer e incluso había intentado taparse pero ya la "cosa" estaba fuera y la habíamos visto y nos había gustado. No se si habría pasado algo más pero empezaron a aporrear la puerta los de fuera y acto seguido se subió todo y salimos de allí zumbando...... ¡Jajajajaja! ¡Qué situación! Quien iba a pensar a principio de la noche que esto acabaría así.... ¿Acabaría? Creo que esto no había hecho más que empezar y que todos los planetas del universo esa noche se habían conjungado para que así fuera. Siguiendo con lo que allí ocurrió, salimos de allí zumbando y a nuestro alrededor, os podéis imaginar, se habían congregado todo el público expectante esperando saber con ansias qué había ocurrido. Nosotras salimos tal cual, con una sonrisa picarona pero sin mediar palabra, por mucho que nos insistieran en que contáramos algo: ¿Cómo la tiene? ¿La habéis visto? Cuenta, cuenta,..... Mi marido era el más morboso e interesado y sobre todo, sus ataques fueron contra él, que no había dicho absolutamente nada de nada...... Los tres nos limitamos a decir que no había pasado nada, que no habíamos visto nada, etc, etc....... ¡Ja, ja! No había Dios que se lo creyera..... Mi marido estaba fuera de sí pensando que se la hubiéramos visto, que yo se la hubiera visto a otro, allí, delante suya, y aunque yo se lo negara, mi cara me delataba y eso le excitaba todavía más, porque sí, estaba excitadísimo. Lo comprobé yo misma una de las veces que se acercó a mi: la tenía como un palo, dura, tremenda...... La noche siguió avanzando, el reloj marcaba ya las 2 y aunque habíamos hablado de otras cosas, todo volvía a redundar en sí se la habíamos visto, vaya, un interrogatorio sin compasión al que mi marido y el marido de mi amiga nos seguían sometiendo, convencidos cada vez más de que nos la había enseñado. Carlos seguía sin hablar y solo sonreía cuando le preguntaban al igual que nosotras. La noche estaba resultando divertida para nosotras dos , más de lo que pensábamos y entre sonrisa y sonrisa, el recuerdo de aquel miembro seguía ocupando nuestros pensamientos: si que tenía una buena entre las piernas, sobre todo, gorda,¡ jajaja!
Poco a poco se fueron yendo a sus casas, y como siempre, mi marido y yo nos quedábamos a terminar de recoger. Ya era muy tarde pero aún así no queríamos irnos dejando todo patas arriba, o por lo menos esa era mi intención, aunque la de mi marido no.... Se acercó por detrás a toquetearme por todas partes nada más se hubieron ido, con la polla más tiesa que he sentido en mi vida pegada a mi culo diciéndome que era una zorra por ir viendo pollas por ahí. Yo le dije que él me había empujado a ello y que ahora no le quedaba más remedio que aguantarse. -¿La tiene grande, eh? ¿Te has puesto cachonda, no? - esto me preguntaba mientras me levantaba la falda y metía su mano en mis bragas para tocar mi coño en ese momento bastante excitado por la situación. Estábamos solos y el caso es que sí que estaba cachonda desde ese momento en el baño en que se la habíamos visto. Empezó a tocarme ansioso y yo sentía crecer mi excitación. Me bajó las bragas y cayeron al suelo y siguió acariciándome uno y otra vez, mientras yo gemía cada vez más. todo iba bien hasta que alguien entró por la puerta y nos pilló en plena acción. ¡Joder! Era Carlos, sí él , había entrando sin avisar... Nos recompusimos como pudimos y sonreímos como tontos pillados.Él al principio no se percato y nos explico que se había olvidado el móvil de las narices y que había vuelto. Diciendo esto, se dirigió por detrás de la barra, que era dónde nosotros estábamos y al llegar, vio las bragas en el suelo. Rápidamente, me agaché y las recogí pero ya las había visto y entonces se dio cuenta de que había llegado en mal momento. Mi marido y yo empezamos a reírnos sin remedio y él también. Dijo que se iba y nos dejaba hacer y se dirigió a a puerta, pero en ese momento mi marido lo llamó y le dijo que se quedara, que no pasaba nada por quedarse, que ya era como de la familia después de habérsela visto y que si quería me la podía enseñar otra vez...... ¿¿Qué?? ¿Qué se quedara? ¿Se había vuelto loco? Él se cortó muchísimo y dijo que no, que no hacía falta y se dirigió hacía la puerta, pero mi marido otra vez lo paró agarrándolo del brazo para que volviera a la barra. Yo le dije: -¿Pero qué haces?, y él insistió en que se quedara, que era nuestro amigo y quería saber que había pasado exactamente en el baño. ¡Madre mía! ¡Sí que se había vuelto loco! Allí estábamos los tres al otro lado de la barra en una situación extrañísima, mientras el pobre Carlos intentaba marcharse sin éxito, pues mi marido estaba empeñado en que se quedara. Le explicaba a Carlos, que la situación del baño había sido muy morbosa y que eso no se podía quedar así y se vino hacía a mi con intención de levantarme la falda, el muy capullo, convirtiéndose en una lucha de falda hacia arriba falda hacia abajo, con mis consiguientes protestas e intentos desesperados de que me dejara en paz. En esa lucha, como no tenía bragas, mi coño y mi culo aparecían y desaparecían una y otra vez, hasta que me agarró por detrás contra la barra y empezó a meterme mano en el coño diciéndome que me dejara, que le encantaba la situación, que nos lo íbamos a pasar bien... Mientras tanto, Carlos parecía disfrutar con la situación y no paraba de mirar y no mirar sin saber muy bien de qué iba esto.... Como estaba muy excitada ya de antes, nada más que me puso la mano en el clítoris, volvió a encenderme, y él aún más sabiendo que alguien nos miraba...... - ¡Mira cómo la has puesto de cachonda! - ¡No puedes irte!.... Sí que estaba cachonda y cada vez me dejaba llevar más: por la situación y por lo que había bebido, que no había sido mucho pero eso ayudaba a entonar. No quería dejarme llevar pero no podía. Ni tampoco quería gemir , pero me resultaba muy difícil: él estaba allí mirando como mi marido me metía mano en el coño sin parar, y sí que miraba, el muy zorro..... La cosa no quedó ahí, y ahora mi marido me separó de la barra y me puso delante de Carlos para que viera lo que su mano me hacia y para que me viera lo excitada que estaba. Él también parecía estar cachondo porque sus ojos se clavaron en mi coño y sus oídos se concentraron en mis gemidos y su pantalón estaba abultado y yo iba a explotarrrrr!!! ..... Entonces mi marido le dijo a él: -¡ Ven!..... ¡Nooooo! ¿¿Qué estaba haciendo?? Ya era demasiado lo que estábamos haciendo delante de él como para que ahora quisiera que participara.... Le dije que no , que no viniera , pero dijo que sí, que íbamos a cumplir su fantasía...... Colocó a su amigo detrás mía, me subió la falda, y le dijo: -¡ Ahí, tienes, fòllatela, coño que es mi mujer!..... Quise protestar pero volvió a poner su mano en mi coño, me metió un dedo y me dijo que disfrutara..... Me quedé pensando y como mi razón estaba nublada, no dije más y me dejé hacer........ Carlos también se lo pensó un segundo pero su razón también debía esta nublada y su polla ardiendo y con mucho respeto, se bajó los pantalones , se sacó la polla y puso sus manos en mi cintura, tocando mi culo con deleite. Mi marido volvió a decirle: ¡ Métesela! ¡Fóllatela, verás que coño! ¡ Ella quiere, está chorreando!...... Después de estas palabras, se decidió por fin y busco mi coño ansiosamente, hasta que lo encontró y penetró hasta el fondo. ¡Ah, ah, ah!¡¡ Me estaba follando un amigo, sí, un amigo al que veía casi todos los fines de semana, mientras mi marido miraba y me metía mano en el coño!! ¡Ah! ¡Qué buena estaba su polla! ¡Qué bien follaba! ¡¡Estaba en las nubes como nunca hubiera imaginado!!....... Él también gemía de gusto y me la encajaba hasta el fondo una y otra vez, y mi marido para no quedarse atrás, se desabrochó el pantalón, se la sacó y empezó a meneársela de puro gusto con la otra mano...... Esta era su fantasía, que otro me follara, pero nunca creí que quisiera llevarla a cabo...... No podía aguantar más, entre la polla de uno y la mano de otro, me iba al cielo.¡ Siiii, ahhh! ....... ¡Fóllame más, más , me voy!! - le dije y empezó a embestirme con fuerza pues su orgasmo llegaba y el mío.... ¡¡Ahh, Ahh, ahhh! ¡Qué gusto! llegó mi orgasmo y el suyo, y nos rompimos los dos, mientras su polla pegaba contra mi con una energía desmesurada, retorciéndonos descontroladamente mientras mi marido ahora ya no me tocaba el coño sino que se esmeraba en eyacular con nosotros gimiendo como nunca lo había oído....... ¡Qué bestialidad! ¡Qué follada! ¡Qué gustazo!Estaba chorreando y todavía anonada por el polvazo que acabábamos de vivir los tres ... Mi marido empezó a reírse y a mirarnos a los dos mientras se limpiaba y se subía los calzoncillos y el pantalón. Nosotros dos hicimos lo mismo y yo preferí no decir nada. Me fui al baño, me refresque y salí. Le dije a mi marido que era tarde y que me quería ir y él me miro y vino a darme un beso y un abrazo, mientras me daba las gracias por ese polvazo inolvidable.......
Nos fuimos como si nada y hasta el siguiente fin de semana que quedamos. Ni hablamos del tema con él ni nada de nada. Solo entre nosotros lo revivíamos alguna que otra vez para pegarnos un festival de placer.....