No me interesan los mareos,
si podía imaginar temblores.
No me interesaban las risas sin sentido
yo ya había aprendido a reír.
Que me iban a explicar de libertad,
si yo nunca fui hombre de cadenas.
Me hablan de tiempo,
Entre rollos de hojas vencidas,
cuando mi imaginación
nunca me olvida.
Buscan entre hierbas perdidas,
porque no se imaginan
lo que “pinocho” significa.
y es así que cambian la imaginación
por una mera alucinación.
Entre aire venenoso muere “pinocho”.
Entre aire venenoso matan la magia,
los dragones, el principito, entre muchos otros.
Y con cada suspiro alucinan,
que la vida esta marchita,
y es que no se imaginan…