Algo había muerto dentro de mi y no era capaz de conseguir olvidar tan rápido como quisiera ese dolor interno me perseguía dia tras dia, quisiera escapar de mi propio laberinto de tristeza y derrumbar las murallas de carga de todo momento pasado. Cuando el amor llama a tu puerta te cambia la vida por completo, vives en una burbuja de emociones realmente mágicas como si resucitaran entre los corazones muertos, aquellos que ya no creen que no sienten que laten por latir. Me sentí vivo por un tiempo hasta que la cruda realidad se cruzó de nuevo en mi vida, todo lo que venía se iba de mi vida de manera fugaz como las bellas estrellas en el cielo. Tenia empezar aprender a lidiar con ello y empezar a disfrutar sin apegarme a nada ni nadie, agradeciendo que ni que sea por unos instantes poder sentir el más bello sentimiento jamás haya creado la vida, el amor, ese sentimiento capaz de cambiar el mundo, la razón de nuestra existencia y la peor pesadilla cuando no es correspondido el enamoramiento. Y allí me encontraba yo en mi peor pesadilla, muriendo entre recuerdos y miedos, reconstruyendo no sólo mi corazon sino tambien mi coraza como protección ante futuras puñaladas aunque por mas miedos por mas rotos y por mas me proteja siempre dejaré una puerta abierta al amor porque sin sufrir no podría sentir y sin sentir no podría existir.
Ramón O Ramos Fabré