Tu rostro inspira mis letras,
tus labios componen mis melodías,
no te encuentro y desespero,
soy un pobre enamorado.
La tinta se desgasta,
el tiempo pasa,
la vida vuela,
el recuerdo mata.
Te recuerdo humana,
prácticamente perfecta.
Tus pequeñas diferencias
eran el mejor de los sabores.
Te llevaría a observar las estrellas,
mirarte como a una de ellas,
contemplarte en silencio
como bella obra de museo.
Encontrarte al anochecer
y verte a mi vera al amanecer
pues nunca me cansaría de ti
siempre te quisiera ver.
Por cada letra te daría un abrazo,
por cada verso te daría un beso,
por cada día a tu lado una alegría,
por cada poesía escrita una vida.
Aunque no te encuentre a mi lado
puedo encontrarme tranquilo.
Te dejo libre porque te quiero.
Ramón O Ramos Fabré