creditos de la imagen: http://www.vanguardia.com/colombia/366356-esto-es-lo-que-decidio-la-corte-constitucional-sobre-el-plebiscito-para-la-paz
Imaginemos que alguien tiene mucha hambre (hambre de paz, de tranquilidad de descansar) y se le ofrece un pedazo de pan y agua. Esta persona rechaza esta comida pues sólo calmará su hambre en parte y no en totalidad y además no le gusta o interesa. Es evidente que esta persona no tenía hambre en realidad, pues podía soportarla tanto como para rechazar comida. Así eran los que tenían este argumento; no deseaban tranquilidad, porque no estaban intranquilos, no tenían necesidad de saciar su hambre de paz porque no vivían en guerra, no aspiraban descansar porque no estaban cansados. Es verdad que este acuerdo no era perfecto, pero calmaría el hambre y la sed de miles de los que en verdad tenían hambre. Ante la terrible hambre de algunos, de una forma indiferente, los que aun podían aguantar, o mas bien, aquellos que no entienden que es sentir hambre, exigían algo mas, un bocado mas justo, o hasta una cena completa, "digna de todos". En esta oportunidad de decidir entre conformarnos con agua y pan, o tal vez correr el gran riesgo de saltar al vacío, buscando algo mas, que difícilmente se pueda negociar, prevaleció la voluntad de aquellos que tenían la idea de: "queremos comer, pero no así"; dejando así de lado el plano "ético" de decidir a favor de los que tan solo querían comer.
Lo que fue el triunfo político para algunos, ha sido la cachetada para otros, la mayoría de los colombianos que participaron en la decisión, al votar, creyeron votar en contra de un acuerdo que apoyaba una ideología de genero que es contraria a los valores morales de la familia ante la iglesia, creyeron votar en contra de la impunidad, de la injusticia, y a pesar de no tener malas intenciones (pues esta claro que todos querían la paz), los resultados de esta democracia han dejado pruebas de la falta de educación ética del pueblo.
Creyendo ser "sensatos", pero en realidad ignorantes, para muchos su decisión no fue votar en contra de "La Paz", sino en contra de Santos, de la guerrilla, y de algunos puntos acordados (que están lejos de ser la razón general de lo que se quería lograr con la aprobación del tratado, el fin de la guerra), y sin darse cuenta también votaron en contra de los habitantes de Toribio, La Chinita, de Bojaya, de Los Montes de María, del Salao, etc., se voto en contra de los campesinos, y de todas aquellas victimas de la violencia, hambrientas de cualquier bocado de paz. Como si este, al ser "un país de mendigos hambrientos pidiendo limosna" hubieran maldecido al haberles dado una moneda, como si renegaran al haberles ofrecido un pan.
El pueblo entero quiere La Paz, pero a mi juicio, lo máximo que se puede obtener es el fin de la guerra, y si el fin de la guerra es un paso para la paz, solo queda esperar otra oportunidad para poder decidir nuevamente si dar o no ese paso,.... si es verdad que un clavo saca otro clavo, entonces la perdida de esta oportunidad tendrá que valer la pena, con la condición de que tengamos otra oportunidad, y no cualquiera, sino una mejor,.... Eso Espero.
Gracias Por Leer Mi Pequeño Articulo.