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Los comentarios precedentes han llevado todos a un objetivo final, objetivo que intentaremos desarrollar brevemente aquí y se trata de la Realización de la Identidad Suprema.
Hemos comentado sobre la Realidad Suprema, y de como ciertos buscadores encuentran un camino recto que los endereza para llegar al Centro de su SER, donde pueden establecer comunicación efectiva con los Principios Superiores. Hemos mencionado que, caminando este sendero hasta conquistar el justo centro, el caminante del sendero tradicional puede despertar la Inteligencia del Corazón para comprender a un nivel supra-racional estas Realidades.
El objetivo final es acercarse hacia las Realidades Superiores, actuando rectamente y conforme al Orden Universal de forma voluntaria, hasta que estemos listos para despertar el Centro del Ser, y recibir el descenso de la influencia que proviene de la Identidad Suprema.
Los velos que separan la esencia del Ser, con la esencia de la Identidad Suprema se levantan, y las facultades individuales son expandidas a ser Universales. El Ser limitado deviene Ilimitado. Y escapa de las condiciones limitativas de todos los estados, al estar en contacto directo con el origen de todos los estados.
Podríamos extendernos indefinidamente sobre la magnanimidad de lo que implica la Realización Universal del Ser. Pero que baste con decir que supera toda concepción mental, toda imaginación, toda formalidad. Y solo puede ser verdaderamente abarcada con la Inteligencia del Corazón.
Esta posibilidad de rebasar la naturaleza no solo humana, sino de todas las realidades posibles, es un asunto que esta reservado para los más perfectos de los seres. Y la tendencia natural de cualquier Ser existente debería ser la de alcanzar o al menos, aproximarse lo máximo en la medida de sus posibilidades a este estado de plenitud infinita. Donde todo es y no es, y donde la dualidad desaparece. Pero cada ser, actúa conforme a su disposición.
El objetivo del hombre es la realización.
El objetivo del ser humano es y debería ser siempre, aproximarse y conocer el tesoro escondido que permanece con las Realidades Supremas, y acercarse a esas realidades a través de acciones meritorias conforme al orden universal. Todo lo demás, es incomparablemente nulo e insignificante. No existe otro éxito, que el éxito de elevarse hacia la Verdad.
Los esfuerzos en esta vida deben estar organizados en virtud de esa noble meta. El mejor bien que se le puede dar a la humanidad es la realización. Y nadie, emprende esta noble meta, sin que sea auxiliado, dispuesto y guiado por una orden que viene directamente de la Voluntad Absoluta, guía a quien quiere.