"El oscuro interior de mi madrastra"
Hola yo soy “Allison”, tengo 30 años de edad y esta es mi historia:
Para mi hermano, lo que había sucedido con mi madre todavía no era comprendido por él,
en cambio para mí, fue aún más difícil, el hecho de perder a mi madre fue devastador. Empecé a sentir que ahora mi padre y mi hermano, eran mi responsabilidad.
Mi padre empezó a sentir que sus hijos necesitarían una madre, ya que la crianza de dos niños pequeños implicaba una gran responsabilidad.
Empezó a abrir su corazón para buscarnos una nueva madre, pensaba que de esa forma podría restaurar nuestras vidas.
Después de dos años de la muerte de mi madre nos mudamos de ciudad, allí mi padre conoce a una buena mujer de 31 años, “Martha Curie”, sencilla y un tanto tímida, ambos tenían muchas cosas en común, tenían trabajos a fines; él era vendedor de productos médicos y ella trabajaba para un laboratorio de productos farmacéuticos.
Mi padre encontró en Martha una persona en quien confiar, ahora contaba con una persona que lo escuchaba y ella mostraba mucho interés en ello. Martha también tenía una niña de 4 años. Mi padre se apoyaba en Martha para pedirle que le enseñara a resolver ciertas situaciones con sus hijos.
Ya sentían que eran más que dos solteros con hijos y que eran el uno para el otro.
Tres años después del fallecimiento de mi madre, mi padre se casa con Martha. Todos estábamos muy felices incluyéndome a mí.
A partir de aquel día nuestro hogar empezó a florecer, íbamos al parque, practicábamos deportes y teníamos actividades sociales. Sentía que mi familia ahora volvía a estar completa, también veía que todo marchaba perfectamente entre ellos.
Después de 2 años de felicidad, mi padre y Martha empezaron a tener muchos desacuerdos, ella criticaba a mi padre por todo lo que él hacía y le molestaba realizar los quehaceres del hogar.
Ahora nuestra casa era un campo de batalla donde se iniciaba una discusión por cosas insignificantes; si no había dinero, por la cena, por lo que mi padre hacia o dejaba de hacer, entre otras cosas.
Discutían continuamente y a eso se le agregó un ingrediente nuevo, las drogas, Matha comenzó a consumir de manera descontrolada, cuando estaba bajo sus efectos, insultaba a mi padre con palabras obscenas y perdía el control total de sí misma agrediendo a mi padre, todo esto ocurría delante de nuestros ojos que teníamos que ver aquéllas escenas, asustados y sin poder hacer nada al respecto.
A medida que se destruían el uno al otro, Martha encuentra un nuevo blanco, mi hermano y yo. Nos insultaba nos llamaba “inútiles buenos para nada igual que su padre”.
La situación era realmente caótica, empezamos a recibir muchos maltratos psicológicos y decidimos contarle a nuestro padre para que nos ayudará. Mi padre como era de esperarse se enfadó bastante con Martha y nos prometió que iba a hablar del tema con ella, pero las intenciones de mi padre eran mantener un hogar estable y unido, por lo que solo recibíamos excusas y palabras de consuelo de su parte.
Cada vez que mi padre iba a hablarle del tema a Martha, ésta se llenaba de ira y simplemente le contestaba que éramos unos niños malcriados. Mi padre con cierto temor de perder su familia nos propuso que nos mantuviéramos lejos de ella. Mi padre no estaba dispuesto a afrontar otra pérdida, por lo que continuaba ciego a los maltratos de Martha, a quien con nada de lo que hacíamos mi hermano y yo se le satisfacía.
Tratábamos de esforzarnos con cada tarea,
pero ella siempre terminaba enfadándose aun sin motivos, especialmente conmigo, ella empezó a ver que yo era la luz de los ojos de mi padre y esto provocaba ciertos celos en ella.
Me empezó a ignorar y a excluirme de actividades que antes compartíamos juntos. Salía al parque con su hija, iba de compras solo con ella y pronto mi hermano y yo nos empezamos a sentir nuevamente solos.
No podíamos hablar con nadie de lo que estaba pasando ni mucho menos a mi padre por temor a enojar aún más a Martha. Aparentábamos estar bien, aunque no lo era, aquello era un verdadero infierno.
Empecé a aislarme de todo ya que no podía conversar con nadie de lo que me pasaba.
Mi padre empezó a razonar que lo que estaba pasando, en verdad, había que ponerle un fin, por lo que le propuso a Martha que se marchara de la casa; y que creen, después de escuchar aquella propuesta, Martha se abalanzó contra él proporcionándole golpes en el rostro y en los brazos,
luego salió despavorida por toda la casa gritando que mi padre la había golpeado y llamó a la policía.
Yo estaba muy asustada de perder a mi padre, pero los oficiales no encontraron razón para arrestarlo.
Este hecho hizo que mi padre y Martha acordaran empezar el proceso de divorcio, se separaron un tiempo y luego mi padre comenzó a visitarla a escondidas, en la casa de ella. Volviendo a caer nuevamente en las redes de esa bruja.
Mi padre empezó a notar que Martha estaba comportándose de una manera hostigante, empezó a llamarlo a todas horas, se presentaba en el trabajo, iba a nuestra casa cuando no estábamos porque aún tenía las llaves. Mi padre con todos estos detalles, continuaba viéndole.
Volvieron a tener otra gran pelea, ella se realizó golpes así misma en su cara y nuevamente acusó a mi padre de ser el causante de la paliza. Esta vez, los oficiales se llevaron a mi padre y yo quedé desconsolada. Creía que no lo volvería a ver y todo por culpa de Martha.
Las incoherencias en el testimonio de Martha respecto a lo sucedido generaron ciertas sospechas, por lo que tuvo que confesar la verdad y mi padre fue liberado, él volvió a casa y sentí gran alivio. Tiempo después Martha volvió a aparecer en la vida de mi padre, esta vez, lo invitó nuevamente a su casa para tener una charla de perdón y ponerse de acuerdo con los asuntos del divorcio, pero real mente sus intenciones eran muy oscuras.
Mientras charlaban, Martha le sirvió un café a mi padre en señal de cortesía, en el mismo había puesto una sustancia tóxica con el fin de envenenar a mi padre.
-Esta mujer era un monstruo verdaderamente.
Apenas unos pocos tragos mi padre nota una sensación de mareos, dolor en el estómago y sudor, rápidamente y para su suerte, se dio cuenta por la actitud pasiva que mostraba Martha que ella le había puesto algo al café.
Casi sin fuerzas salió de la casa y pidió ayuda a los vecinos, uno de ellos es quien llama una ambulancia. Martha huye del lugar, aunque tiempo después es capturada por la policía mientras intentaba salir de la ciudad.
En la casa de Martha la policía encontró una carta de despedida que ella había hecho, imitando las letras de mi padre, sus intenciones eran que pareciera que él se había suicidado porque no resistía la idea de que ella lo dejara.
Mi padre sobrevivió al atentado; Martha fue encarcelada por intento de homicidio.
Con ella encerrada mi pesadilla había terminado.
Hoy estoy siendo afectada en mi vida y mis relaciones de pareja por los maltratos psicológicos que recibí en mi infancia por parte de Martha. Soy muy insegura y desconfío mucho de los hombres, me cuesta mantener una relación estable. He decido buscar ayuda profesional para así poder liberarme de los tentáculos de Martha que aún continúa metida en mi cabeza.
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