No recuerdo ya cuando empezó a debilitarse la fraternidad y el sentimiento solidario que se dio en los supervivientes de la segunda guerra mundial.
Yo era niño cuando la dama de hierro hablaba de los impuestos de los ricos los caminos de servidumbre y las manos invisibles del mercado (el relato neoliberal).
Hoy ya todos preferimos pagar menos impuestos y comulgamos con el egoísmo de la competición individual albergando en nuestra mente nuestro particular sueño americano, pocos son los que levantaban la cabeza para mirar atrás y percatarse de todo lo que hemos perdido por el camino y lo poco que hemos ganado.
Pocos son los que levantaban la cabeza y se daban cuenta que no somos más que burros dando vueltas en el molino del 1%.
Pocos los que se percataban de que han cedido poco a poco un estado del bienestar para entrar a jugar una partida de monopoly en la que ya están todas las calles vendidas.
Y es que como aquel relato que contaba como a una rana si la echas en un cubo con agua hirviendo salta y escapa, pero si la metes en agua fría y se la vas subiendo poco a poco se acaba dejando cocer.
Pues a nosotros nos han ido cociendo a fuego lento mientras cada vez más porcentaje de la tarta que representa la renta nacional pasaba de la base se la sociedad a 1% más rico a la par que se renunciaba a derechos y servicios públicos.
DE PRONTO ESTALLA LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS
De pronto como si nos subieran la temperatura del agua de un golpe que todos perciben y todos levantamos la cabeza a la vez y vemos datos de las muertes evitables los hospitales colapsados la desprotección colectiva la falta de recursos para intervenir de los estados nación y nuestros bolsillos vacíos.
DE PRONTO ESTALLA EN LA MENTE COLECTIVA: “NOS HAN ESTAFADO”
Pero ya es tarde no hay margen de maniobra los datos nos sobrepasan, no podemos recuperar lo perdido a fuego lento durante 40 años en el tiempo que se requiere para superar la emergencia, para salvar el mayor número de vidas en esta catástrofe, en este naufragio no hay botes para todos.
Entonces nos preguntamos por qué estábamos tan ciegos.
LA OMS recomienda entre 8 y 10 camas por cada 1000 habitantes.
Y nosotros tenemos solo 3 pero hasta ahora no nos habíamos percatado.
https://www.indexmundi.com/g/r.aspx?v=2227&l=es
Entonces empezamos a contrastar datos a analizar la situación y las estadísticas nos hacen sonrojarnos cada vez más.
¿Porque Alemania y Corea del Sur tienen menor índice de mortalidad entre los pacientes?
Y nos damos cuenta de cosas como que tienen 8 y 12 camas por cada 1000 habitantes.
https://www.rtve.es/noticias/20200328/mapa-mundial-del-coronavirus/1998143.shtml
Es cuando nos damos cuenta que el estado del bienestar no es solo una elección entre tener mejores carreteras pagando más impuestos, nos damos cuenta que esta estafa nos puede costar la vida.