Hola, mi nombre es Alfredo, Alfredo García Robledo, tengo 5 años y voy a contarte como aprendí a volar.
Vivía con mis padres Edith y Damián, mi papá es nutriólogo y trabaja en un hospital, pero jamás vi a ninguna nutria, y mi mamá diseñaba cosas, hace muchos dibujos muy bonitos, pero desde que aprendí a volar la he notado muy triste. Yo siempre he querido ser como mamá, porque dibujaba muy bonito y siempre nos cuidaba mucho a papá y a mí. También mi perro el señorito Pastor aprendió a volar conmigo, es un Husky color café con blanco, de ojos azules. Siempre sospeche que Pastor veía todo de color azul, porque tiene ojos azules, sé que los perros ven diferente, me lo dijo Marcos, mi mejor amigo del salón, un día.
Hace unos días hablaba con mi papá y me dijo que los años perros eran diferentes, Pastor tiene dos años, así que tiene 24 años humanos, es un señorito y además tiene una novia, es una perrita callejera que es muy bonita, es negra con blanco, muy juguetona y me cae bien, además tuvo cuatro perritos, que son muy bonitos, Pastor y yo a veces jugamos con ellos, y bueno yo la adopte en secreto, además le dije a pastor que le declarara su amor, creo que sí acepto ser su novia, porque siempre están juntos, su nombre es Quesadilla, le pregunté su nombre pero no me respondió, así que le puse nombre Quesadilla, porque las quesadillas y el pastor van muy bien.
Todo comenzó aquel día tan lindo, noches atrás había tenido un sueño en el que volaba sobre las estrellas, pero siempre, cuando iba a aterrizar sobre la estrella más grande y hermosa de todas, el señor Sol me despertaba y jamás podía llegar a ella, lo cual me molestaba mucho. Así que le reclamé al señor Sol, le pedí que por favor no saliera un día para poder llegar a ella y así ponerle el nombre de mi mamá, porque papá me contó, que ella siempre había sido la estrella más hermosa y más grande de su cielo. Así que yo quería poder alcanzar la estrella más linda y grande que hay en mi cielo, y ponerle el nombre de mi mamá, de esa manera podría regalársela. Eso le gustaría mucho, estaba seguro de ello.
Ese día en especial el señor Sol no salió como todas las mañanas. Estaba teniendo un sueño hermoso, volaba por el cielo, junto con Pastor, fue increíble, además Pastor me dejó subir a su lomo, ¡Y lo monté! así como a un caballo, corría muy rápido, y saltaba entre las estrellas. Pero mi mamá me despertó con un beso. Yo muy asustado me levante de un salto viendo por la ventana, el día estaba nublado. Muy asustado le dije a mamá.
-El señor Sol se puso triste porque ayer le dije que por su culpa no podía alcanzar las estrellas y hoy no salió.
Mi mamá sonrió de una manera muy linda diciéndome.
- El señor Sol sólo se ha quedado dormido, pero que más tarde se va a despertar avergonzado, porque no fue puntual.
Todos los días mi mamá me llevaba a clases y Pastor siempre nos acompañaba junto con Quesadilla, caminábamos por diferentes calles, mamá decía que debíamos tomar rutas diferentes, aunque no sabía qué era una ruta. Ese día caminaba con mamá hacia la escuela cuando noté algo diferente. Quesadilla no venía con nosotros, solamente Pastor. Unas calles más adelante pasamos por un puente caminando y abajo, en el suelo, junto a un árbol estaba Quesadilla, con cuatro perritos yo me llené de emoción.
- ¡Mamá! Quesadilla tiene perritos ¿Podemos adoptar a los perritos y a Quesadilla? y después... ¿Puedo ir al cielo a saltar con ellos sobre las estrellas? - dije con voz tierna, viendo inocentemente a mamá, mientras caminábamos.
Mi mamá sólo sonrió viéndome sin dejar de caminar. Al llegar a la entrada de la escuela mi mamá se puso en cuclillas frente a mí, acomodando mi cabello diciéndome- Hablaremos con papá respecto a Quesadilla ¿de acuerdo?
Yo asentí en silencio, y ella me dio un beso en la frente y me dijo. - Te amo.
Sonreí y la abrasé diciendo. - Te amo mamá. - mientras le guiñaba el ojo a Pastor.
Pasaron las horas, y salí al descanso junto con Marcos, él es mi mejor amigo desde que me presto su color rojo, porque había perdido el mío. Todos los días en el descanso Marcos y yo nos sentábamos a desayunar y también todos los días excepto los fines de semana, íbamos a alimentarla, Quesadilla siempre estaba sentada por afuera esperándonos ahí, nunca faltaba, era nuestra cita personal. Nadie sabe que íbamos a alimentarla, quizá podrían regañarnos. Al final del patio hay unos salones y por la parte de atrás había un hueco en la pared hay muchos fierros viejos y pedazos de sillas y mesas, creo que es el basurero secreto de la escuela, y ese día no fue la excepción.
Al llegar Quesadilla estaba sentada afuera, tan puntual como siempre.
-Hola Quesadilla, ¿Cómo estás?, También estoy bien, ¿Te gusta el queso? Espero que sí, esta vez te trajimos un sándwich de queso.- dije mientras le daba mi sándwich. Marcos estaba atrás de mí comiendo mientras yo veía a Quesadilla a través del hueco.
-Quesadilla hoy le dije a mi mamá si podíamos adoptarte junto con tus perritos, así podrías vivir con nosotros y podríamos ir a volar a las estrellas.- dije viéndola mientras ella comía.
Se escuchó sonar la campana de entrada entonces le dije.-Quesadilla tenemos que irnos, pero te veré en la salida, adiós.
Marcos y yo salimos con cuidado, porque había algunos fierros viejos en el camino hacia la salida. Mientras caminábamos hacia el salón Marcos me preguntó.
-¿Tienes un avión?
-No - le respondí- pero Pastor y yo estamos aprendiendo a volar, iré al cielo y subiremos a la estrella más grande y hermosa, le podré poner el nombre de mi mamá y se la regalaré, para que se ponga muy feliz, también voy a enseñar a volar a Quesadilla y a sus perritos, así me haré un trineo de perros voladores y conoceré a Santa, pero es un secreto, no puedes decirle a nadie o no te traeré tus regalos cuando sea el ayudante de Santa en navidad- le advertí.
Él se quedó en silencio por un momento y después sólo dijo.
-Dile a Santa que aún me debe mi coche de bomberos.
-Se lo diré.- respondí entrando de nuevo al salón de clases. Las horas pasaban y el día aún estaba oscuro, comenzaba a pensar que en verdad el señor Sol estaba triste porque me había molestado con él por despertarme en las mañanas, además de que estaba pensando en los perritos lleno de emoción y alegría, de pronto la maestra dijo que hiciéramos un dibujo del sueño más lindo que habíamos tenido, yo, sin pensarlo dos veces me dibuje volando sobre las estrellas junto con Pastor.
De pronto se escuchó resonar un relámpago fuertemente que hizo las luces del salón se apagaran por un momento, todos mis compañeros, incluida la maestra se asustaron, entonces comenzó a llover un poco fuerte. Yo me asuste demasiado y me acerque rápido a Marcos diciéndole. -Tenemos que ir por Quesadilla y sus perritos.
-Pero está lloviendo Alfredo - me respondió- además no sabemos dónde están.
-Sé dónde está, saldremos por el hueco que está en el basurero secreto y regresaremos con ellos, antes de que todos se den cuenta.
-Está bien. -me respondió.
Salimos corriendo del salón sin que nadie se diera cuenta hasta llegar al basurero secreto y nos salimos rápido. Corríamos ambos bajo la lluvia viendo de un lado a otro, el cielo se estaba cayendo, ambos estábamos completamente empapados y temblando de frio.
Al llegar Quesadilla seguía abajo del puente, mientras el agua comenzaba a correr rápido, yo me acerqué a la orilla y me resbalé, raspándome las rodillas y manos, llenando mi ropa de lodo. Marcos, desde arriba un poco atrás del borde, me gritó.
-¿Estas bien?
-Sí. - respondí levantándome rápido. - Aquí esta Pastor y están todos bien, busca una caja en la basura tratare de cubrirlos.
Marcos corrió en busca de una caja mientras yo acariciaba a los perritos, junto a Quesadilla y Pastor, mientras veía que la creciente cada vez era más fuerte y la lluvia más densa. Pero no tenía miedo.
Marcos se acercó gritando.- ¡Encontré una!
-Está bien te los voy a pasar uno por uno y la final me ayudas a subir.- grite mientras temblaba de frio. Poco a poco comencé a pasar cada uno de los perritos, Quesadilla subió a donde estaba Marcos, y Pastor se quedó conmigo, yo traté de subir, pero me resbalaba por el borde, era bastante lodo. Pastor seguía a mi lado.
- ¡Cubre a los perritos llévalos a un lugar con techo para que no se enfermen! - Grité indicándole a Marcos mientras me abrazaba de Pastor.
El tiempo pasaba y Marcos no regresaba, el agua seguía subiendo, ahora me llegaba a las rodillas. Poco a poco comencé a escuchar que algo venía, caminé junto con Pastor hacia la mitad del rio y vi como una gran cantidad de agua sucia venia, me llené de miedo, asustado vi a Pastor y corrí hacia la orilla tratando de subirlo.
Entonces escuché la voz de Marcos diciendo.
¡Nos descubrieron ya viene la maestra!
¡Toma a Pastor, súbelo! - Grité tratando de subirlo, entonces vi como la creciente se acercaba más. Pastor salto hacia a mí entonces lo abracé y recordé que mi papá me decía. - “Cuando tengas miedo cierra los ojos, piensa en las cosas que te hacen sentir bien y seguro, entonces el miedo desaparecerá”.
Sin pensarlo cerré los ojos sonriendo, abrazando a Pastor y sentí que algo nos golpeó fuertemente, lo abracé hasta que sentí como el aire en mis pulmones iba escaseando. Después abrí los ojos y… ¡ESTABA EN EL CIELO!
Junto con Pastor, estaba muy feliz, estábamos saltando y volando, por la luna y las estrellas, como en mis sueños, yo estaba montado sobre Pastor, ambos estábamos felices.
Han pasado dos días desde que estoy en el cielo junto con Pastor, estoy feliz al igual que él, pero… Extraño mucho a mamá, papá, Quesadilla, Marcos y a los perritos.
Un par de veces he estado cuando mamá llora en mi cuarto y siento que mi corazón se rompe al verla a así. Ya casi es hora de que mamá y papá duerman, Pastor y yo iremos a visitarlos. Así mamá se pondrá muy feliz junto con papá, además tengo una sorpresa…
¡Al fin! Pude llegar a la estrella más grande y bella de todo mi cielo, se la regalaré, junto con un gran moño brillante que hicimos Pastor y yo con pequeñas estrellas, y después juntos iremos a dar un salto sobre las estrellas.
FIN.