Nuestro pilar humano mas valioso. Tenemos nuestra familia natural y la familia que la vida nos ha presentado. Una de ellas es inmutable, la otra es dinámica.
Para entrar en contexto, definamos el término.
FAMILIA
El término proviene de la palabra latina, pero de origen itálico familia y se traduce como "grupo de miembros, esclavos, siervos o libres pertenecientes a una casa".
Un poco fuerte para nuestra cultura del siglo XXI, sin embargo, para poder entender como ha evolucionado la aplicación del término en la historia, podemos hacer referencia a que la palabra tiene vinculación con la palabra famulus y la forma famel y fames, que significan hambre. Estas definiciones nos inducen que la familia se concebía como un conjunto de personas con vínculos consanguíneos o no, que se alimentan en una misma casa. Los romanos la entendieron de esta forma.
Desde Platón hasta la actualidad el término "familia" se ha utilizado de distintas maneras y cambiado su interpretación. Claude Lévi Strauss, filósofo y antropólogo francés de mediados del siglo XX, expuso que la familia tiene su origen en el establecimiento de la alianza entre dos o más grupo de descendencia, a través del matrimonio de dos de sus miembros.
El 10 de diciembre de 1948, en la asamblea general de las Naciones Unidas, se emite el documento declarativo de los derechos humanos.
Su artículo 16.3 expone lo siguiente:
"La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado."
En la concepción moderna de la familia, podemos observar varios tipos:
- La familia nuclear, que está conformada por los padres y uno o más hijos. De esta se derivan la familia funcional y la familia disfuncional, de la cual se hará mención más adelante.
- La familia mono-parental en la cual los hijos viven con su madre o con su padre.
- La familia mixta, ensamblada o reconstituida. En esta familia uno o ambos padres tienen hijos de uniones anteriores.
- La familia extensa, la más común en Latinoamérica, en la cual viven varios parientes consaguíneos o afines (parentesco por afinidad) en una misma casa.
- La familia de padres separados (un pseudo tipo de la familia disfuncional) los cuales se niegan a vivir juntos porque no son pareja, pero cumplen su rol de padre o madre ante los hijos.
- La familia homoparental, en la cual una pareja homosexual se convierten en padres de uno o varios hijos.
- La familia sin hijos por elección, en la cual la pareja decide no tener hijos.
- La familia por convenio, conformadas como una alianza. Esta alianza puede ser para traer mejores relaciones entre dos o más familias con antagonismos o por dinero.
En todos los tipos de familia, el tamaño puede variar sin distinguir entre una y otra, siendo la cantidad de hijos el factor más determinante en casi todos los casos.
En occidente en el siglo XVI, la reforma protestante sustituyó el carácter religioso de los lazos familiares por un carácter civil y desde ese momento, el estado ha procurado la defensa de la familia como fundamento de una sociedad sana y funcional. Desde entonces la familia se ha catalogado y estructurado como formadora emocional y social de los niños, con el fin de convertirlos en individuos útiles. Según algunos autores, la crianza de los menores en familias disfuncionales repercute directamente en las bajas tasas de natalidad y por ende en el reemplazo generacional. Otros difieren al respecto.
Si tomamos la concepción que hemos tenido de la familia como núcleo de la sociedad, podemos entender que sin familias sanas no pueden existir sociedades sanas. Partiendo desde ciudadanos incapaces de colaborar en cualquier proyecto para sus comunidades, infringiendo las señales de tránsito, extorsionando a las autoridades y las mismas dejándose extorsionar, la falta de solidaridad con nuestros semejantes; hasta llegar a la delincuencia a todo nivel, observamos que la formación del individuo desde el núcleo familiar es fundamental.
*sin familias sanas no pueden existir sociedades sanas*
Lo cierto es que los hijos deben ser formados en familias que sean responsables de transmitir positivamente valores emocionales y sociales, con el fin de garantizar que la sociedad se mantenga civilizada y mejore la calidad de vida de la comunidad.
Observando las altas tasas de separaciones familiares, violencia de género, maltrato y abandono infantil en América latina, entenderíamos un poco sobre la raíz del problema del detrimento social que experimentamos en la actualidad. Los padres como responsables directos de la familia, juegan el papel más importante en el desarrollo social. Se le ha dejado completamente al estado o al sistema de gobierno regional, la responsabilidad de formar a los hijos como ciudadanos funcionales y solamente formando buenos ciudadanos es posible garantizar una mejor sociedad. Se ha planteado hasta el cansancio que los jóvenes son el futuro; nuestro futuro.
¿Pero qué clase de futuro se puede esperar, si no actuamos responsable y positivamente en la formación de esos jóvenes?
La pérdida de valores fundamentales y la mala interpretación de los deberes y derechos que tenemos como individuos, están minando la formación de nuestros relevos generacionales.
Papá, Mamá: Actuemos ya en recuperar las riendas de nuestra sociedad y nuestro futuro, entendiendo que la formación familiar es fundamental para todos. Y la formación comienza con el ejemplo.
Las parejas que se maltratan verbal, psicológica y físicamente, están formando esposos mal-tratadores y esposas mal-tratadoras. Padres irresponsables en el manejo del hogar, está formando padres irresponsables con sus familias. Padres que huyen de los problemas de pareja y prefieren separarse antes de hacer lo imposible por resolver los conflictos, están formando familias enfermas y contribuyendo activamente en el detrimento de la sociedad.
En otras publicaciones estaremos ampliando el tema familiar, tratando de aportar lo mejor para la formación emocional, psicológica y social de nuestros hijos y la familia.