¿Cómo podríamos aprender en un mundo perfecto de personas perfectas, de capacidades y actitudes perfectas, que tuvieran relaciones perfectas que en la imperfección también podemos y debemos amarnos y ser amados?, ¿y que la perfección no era condición necesaria?
¿Quién genera más sufrimiento en mi vida, el que me da un pisotón (con intención o sin ella) o mi ego que recuerda y revive el hecho mil veces y me hace llamar al autor canalla y malicioso y retratarlo de vil delante de todo el que se me cruza?
¿Por qué esperamos un cambio en los que consideramos inconscientes, malvados o ineptos cuando nosotros, que nos tenemos por personas claramente superiores no somos capaces de cambiar ni un pelo de cómo somos para tolerarlos a ellos?
¿Sinceramente, estoy esperando a que el mundo y sus habitantes sean perfectos (o al menos como yo deseo) para empezar a ser feliz?