El verdadero feminismo consiste en tener la libertad de ser como quieres y ejecutar acciones independientes en las diferentes etapas de la vida.
Simone de Beauvoir, escritora y feminista, proclamaba en sus libros el derecho que debían tener todas las mujeres para vivir una existencia lejos de los prejuicios relacionados con el género.
"No se hace mujer, se llega a serlo" escribió la autora francesa en su más famoso ensayo sobre el tema: El segundo sexo (1949). En este libro explica que "ser mujer" es un hecho social, no una consecuencia biológica. Es decir, nacer del género femenino no te condiciona. La sociedad lo hace, pues se encarga de organizar la vida de niños y niñas imponiendo diversas normas. Las niñas juegan con muñecas, los niños con carritos, niñas de rosa, niños de azul, etc. Ella afirmaba que como mujer puedes elegir tu destino y preferencias. No estás obligada a seguir el modelo de vida que la sociedad te impone.
Las mujeres han luchado décadas por tener acceso a actividades y derechos reservados a los hombres: el voto, la práctica de ciertos deportes, educación, igualdad de salarios, entre otros.
Siendo mujer y habiéndome beneficiado del valiente esfuerzo de mis predecesoras agradezco profundamente sus acciones.
El feminismo de Marie Curie, Amelia Earhart o Teresa de La Parra les permitió a sí mismas vivir la vida como quisieron y de paso sentar un precedente para todas las que vinimos al mundo años después.
En nuestra época los colectivos feministas desean continuar con ese trabajo. Dicen que quieren "alzar la voz" y "pelear por los derechos" aún pisoteados de las mujeres. No obstante, algunas organizaciones han enarbolado la bandera de la intolerancia contra sus pares. En lugar de apoyar a las mujeres o fomentar la libertad, sancionan moralmente a aquellas que no se sienten del todo identificadas con sus valores.
Camille Paglia, escritora y crítica estadounidense ha dicho que el nuevo feminismo condena a las mujeres que eligen llevar vidas más convencionales. Por ejemplo, aquellas que no están de acuerdo con el aborto o las que prefieren darle prioridad a la vida familiar y a la maternidad en lugar de centrarse en el trabajo o en la realización profesional.
Paglia afirma que el feminismo no representa a un amplio sector de las mujeres. Solamente a un grupo que posee una ideología la cuál desean imponer al resto. Según la escritora algunas feministas creen saber lo que es mejor y dictan cátedra sin tomar en cuenta otras visiones de mundo.
Concuerdo con su opinión. Resulta contradictorio que un movimiento amante de la libertad trate de imponer normas y establecer criterios a sus pares.
¿Machismo a la inversa?
Algunos colectivos feministas respaldan ciegamente todas las causas que están relacionadas con mujeres. Un ejemplo de ello fue la marcha que se llevó a cabo en Argentina en el año 2018. En esa ocasión varios colectivos apoyaron a Nahir Galarza, una joven de 19 años condenada a cadena perpetua por asesinar a su novio. Las feministas aducían que el crimen se habría cometido "en defensa propia", alegato que fue desestimado en el juicio.
Más que feminismo algunos colectivos defienden un machismo a la inversa, donde las mujeres tienen prerrogativas sin límites.
El verdadero feminismo defiende la igualdad de mujeres y hombres. Además respeta la libertad de todas para elegir lo que consideren mejor para sus vidas. Modelar tacones o estudiar biología son dos posibilidades igual de válidas. La posibilidad de elegir y de ser tratadas con justicia debería ser el norte del feminismo. No juzgar (ni premiar) en base al género.
Luisa Ugueto Liendo
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