Algunas veces el dar le duele al ser humano, sin embargo, la naturaleza siempre nos está dando ejemplo, el poeta de origen hindú Rabindranath Tagore, lo dice así: “El hacha del leñador le pidió al árbol de mango, y el árbol se lo dio”
Cierta tarde de navidad un joven forastero, llegó a casa de un prestigioso escritor pidiendo posada para pernoctar aquella noche de 24; el mayordomo que le atendió dijo que no tenía orden de conceder esa petición de hospitalidad.
El escritor acababa de recibir una llamada de hospital, que le decía que el familiar estaba agonizando, que se presentara para acompañar al moribundo; al escuchar lo que pasaba en la puerta, le pidió que siguiera, que disfrutará de la casa y lo que en ella había; -yo pasaré, dijo el escritor- la noche con mi familiar en un frío hospital; mi mayordomo irá a pasar navidad con los suyos. ¿usted cuidará de mi cueva?
El peregrino una vez llegar a la biblioteca, dijo:
¡Sólo necesito pan, agua, y esta maravilla para leer historias!
¡Ah, les deseamos agradables y bendecidas fiestas!
Redacción: @hermandadsteem