Desde este año y hasta el 2100, el Mar Caspio puede bajar unos 18 metros, lo que supone una pérdida de 34% de superficie, señala Gustavo Copelmayer basándose en un estudio publicado por “Communications, Earth & Enviroment”.
“Este es un efecto del calentamiento global y de la crisis climática la cual genera que las altas temperaturas y la sequía estén drenando los lagos y mares interiores. Es lo que sucede en la masa de agua interior más grande de la Tierra, el Mar Caspio”, indica Gustavo Copelmayer.
El estudio alerta sobre una crisis desconocida por el público y por la comunidad científica e incluso, agrega Gustavo Copelmayer, “ni las Naciones Unidas han abordado este tema en sus objetivos de desarrollo sostenible”.
“Los efectos son ambientales, económicos y geopolíticos. Desafortunadamente pudiera ser demasiado tarde para salvar el Caspio sólo con los recortes de emisiones, pues ya la masa de agua interior está disminuyendo a un ritmo de 6 a 7 centímetros cada año”, concluye Gustavo Copelmayer.