CONCURSO GÁNATE 1 STEEM

Con unos amigos de un programa de radio en la desaparecida emisora Woman 104.9 fm "Comunitaria a tu estilo" ¡Qué recuerdos!

Hola, steemianos, contaré algunas anécdotas de mi vida:

Cuando nací era calva-calva, pelona, pues. Mi mamá temía que nunca me saldría cabello. En la foto tendré como un año y medio más o menos y tengo el cabello cortito y una mirada de preocupación. Imagino que estaría pensando: "¿Será que tendré cabello largo alguna vez? ¿Y por qué esta gente para tomarme la foto en vez de ponerme una polvera en la mano no me pusieron un peluche, mejor?"

Pero el cabello sí me creció. Claro, no tanto como el de mi bisabuela materna, Salomé, de quien contaba mi madre que "...era una india, más buena que el pan y con un cabello lacio larguísimo que le daba por los tobillos" . Lo que sí es cierto es que esa pose junto a las muñecas de mis tías Amanda y María no pasaba de ser eso: Una pose. Nunca entendí ese juego que siempre consideré aburrido. Me gustaba era jugar metras (canicas), trompo y papagayos (papalotes o volantines)

Ya más adulta sentía una fuerte inclinación (Y todavía) hacia lo religioso y conocí una congregación llamada "Pías Discípulas del Divino Maestro", eran de fundación italiana. Ingresé en convento, hice aspirantado y postulantado en su casa de formación en El Hatillo, estado Miranda, Venezuela...

...y luego fui enviada a Córdoba, Argentina donde viví la hermosa experiencia del noviciado...

y luego fuí "juniora", es decir, religiosa con votos temporales con duración de un año. Se renuevan cada año hasta completar seis y entonces, quien esté bien segura de su vocación toma los votos perpetuos que sí son para toda la vida.

Lamentablemente, por razones de salud, no me fue posible continuar en convento y me reintegré a la vida secular, dedicándome a algo que me apasiona como es la enseñanza. Daba clases de música en distintos institutos y también a domicilio.

Unos años después conocí a Orlando (@orlandeto) y decidimos formar una familia juntos. Como nota anecdótica diré que emprendimos ese camino de vida teniendo yo cuarenta y dos años, así que me tocó a los cuarenta y tres estar en una Sala de maternidad con mi bebé recién nacido ¡Primeriza a los cuarenta y tres años! Mis compañeras de sala tenían trece, catorce y quince años. Una enfermera me preguntó:

• "¿Por qué esperó tanto para tener un hijo?"

Mi respuesta fue:

• "Porque ahora fue que conocí a Orlando"
  Y acá estamos los tres, tengo cincuenta y ocho años y mi hijo apenas quince años. Está en el liceo. Si Orlando hubiera llegado unos años antes tendríamos a nuestro hijo en la Universidad...ja,ja,ja. Y eso es todo por los momentos. espero les agrade mi historia.
  

Las fotos fueron tomadas de mi Facebook: https://www.facebook.com/vozde.villadecura

Participa tú también, lee las bases acá:
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