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El mundo de la moda y la fabricación de zapatos es todo glamour y belleza.. Sin embargo, detrás de la elegancia de los diseños, muchas veces se esconden prácticas laborales que rayan en la explotación.
En la actualidad, hay muchas marcas que tercerizan la fabricación de sus productos en países de bajos ingresos, con el objetivo de abaratar costos. En estos lugares, los trabajadores reciben salarios ínfimos, trabajan jornadas extenuantes y en condiciones deplorables.
La realidad es que, aunque muchas veces sepamos esto, todos seguimos comprando productos de estas marcas. La mayoría de las veces, la decisión de hacerlo se basa en la apariencia del producto y no en el trato que han recibido los trabajadores.
Cabe mencionar que existen organizaciones que luchan por los derechos laborales de estos trabajadores. Por ejemplo, hay una organización llamada "Clean Clothes Campaign" que se dedica a velar por los derechos de los trabajadores textiles de todo el mundo. Sin embargo, aunque estas organizaciones han logrado algunos avances, aún queda mucho por hacer.
En este sentido, es importante que los consumidores tomemos conciencia de la situación, y empecemos a valorar el trabajo de los diseñadores y los trabajadores detrás de cada prenda. Si bien es cierto que muchas veces los salarios de estos trabajadores son comparables a los de otros trabajos del mismo nivel, es importante que se reconozca el valor de su trabajo y que se les brinde un entorno laboral adecuado.
En conclusión, no es justo el trato que reciben los trabajadores de la fabricación de zapatos, o de cualquier otra prenda de vestir. Como consumidores, debemos empezar a valorar más allá de la estética de los productos y preocuparnos por el origen ético de los mismos. Los trabajadores textiles merecen una vida digna, con derechos laborales reconocidos y un salario justo
Me gusta fabrizar zapatos desde hace mucho tiempo con el trabajo en fabrica de zapatos directamente en maquinarias en masa