La gratitud es un patrón de pensamiento positivo que protege de cosas que, de otra manera, podrían afectarnos, hacernos mal o sentir agraviados. Es la marca de la resiliencia y ayuda a cultivar un buen corazón. Puedes estar agradecido por las cosas que no controlas, pero también puedes dirigir la gratitud hacia ti mismo, otorgándote un poco de gracia.