El ecosistema criptográfico en definitiva llegó para quedarse hoy en día en plena era digital del siglo XXI: nos permite una total independencia de terceras partes para manejar nuestra finanzas bajo la responsabilidad propia que ello amerita al disponer de llaves privadas que sólo podemos manejar sin la intervención de nadie más, ni siquiera de bancos particulares tal como se ha venido haciendo desde el tiempo de las primeras civilizaciones humanas con las monedas tradicionales, las cuales por lo general se basan en los recursos disponibles de cada nación. Esto sin duda ha dimensionado completamente la percepción de la economía a nivel mundial, pues nos ha proporcionado las riendas de nuestras propias finanzas mediante la índole pública de un libro contable difícil de corromper que muestra cada transacción efectuada directamente entre dos particulares sin mediación alguna como ocurre con los activos fiduciarios.

Otra de las ventajas principales de las criptomonedas es que cada proyecto relacionado trae una propuesta innovadora para solucionar los problemas más cotidianos que de otra forma no se podrían llevar a cabo eficientemente. Tengamos por ejemplo al BitTorrent con su singular sistema de transferencias eficaces de archivos entre portantes del token en cuestión, o bien PundiX que busca facilitar en lo posible el acceso masivo de usuarios a este tipo de activos, etcétera. Dado lo sucedido recientemente con el proyecto de Terra Luna, la confianza en las monedas de este tipo han sufrido un duro golpe que requiere de un buen respaldo tangible que les garantice la mencionada confianza que todos necesitamos a la hora de invertir en estos activos.

Lo anteriormente expuesto lo menciono por el caso particular de "Generación Zoe" que no hace mucho estuvo de gira por mi ciudad y tuve la oportunidad de asistir a una charla presentada por ellos y han insistido en invertir en unos cursos arbitrarios que proponen para progresar intelectualmente a través del coaching, aunque según ellos cuentan con respaldo internacional de otras instituciones educativas a nivel mundial. Lo que realmente ha llamado la atención es el hecho de que mencionaron a una criptomoneda llamada Zoe Cash, jurando que la misma se encuentra rankeada entre los 100 primeros activos de su tipo estando en realidad localizada hacia el puesto número #4000 aproximadamente, lo cual hace desconfiar y descartar inmediatamente, pudiendo caber la posibilidad de que se trate del ya conocido esquema Ponzi: todo marcha bien mientras hayan ingresos continuos que lo apoyen hasta que alguien (seguido de otros posteriormente) decide retirar su inversión. Esta y otras noticias vinculadas a este grupo en particular recalcan el fraude que en realidad existe detrás de ellos.

Con todo y eso, por supuesto que hay un futuro prometedor para el mundo criptográfico a pesar de las bajas que últimamente han presentado. De eso no cabe duda. Hay razones de índole pública como libro contable mediante exploradores de bloques que son difíciles de manipular; es a su vez independiente, innovador y creativo para solucionar diversos problemas con relativa rapidez, dependiendo del desarrollo de su tecnología llevada a cabo hasta el momento... Esto y mucho más nos hace concluir en el largo camino que aún le queda por recorrer pero que apenas está dejando grandes huellas en la vida cotidiana de la mayoría de las personas.