La Biblia siempre nos habla acerca de las palabras correctas que necesitamos como seres humanos y como cristianos para poder crecer espiritualmente ante este mundo lleno de maldad y confusión y uno de ello lo encontramos en el libro de los salmos dónde leemos lo siguiente:
Salmos: 51: 17 " Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: al corazón contrato y humillado no despreciaras tú, oh Dios"
(RVR 2960)
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: Un corazón quebrantado es un corazón que ha reconocido a Dios como alguien imprescindible para poder vivir ya que humildemente ha reconocido su condición espiritual y sabe que es imposible vivir sin Dios en este mundo lleno de maldad y toda clase de caos dónde el hombre es sometido diariamente a las corrientes de este mundo y obviamente necesita tener a Dios en su vida para enfrentarse ante la vida con firmeza.
Dios no desprecia un corazón quebrantado pues si palabra lo dice enfáticamente "al corazón contrato y humillado no despreciarlas tú, oh Dios" .
Y quién es el contrito? Una persona está contrito cuando reconoce como dije anteriormente su condición espiritual y reconoce con humildad que su socorro y esperanza viene de Dios y derrama su alma delante de él a través de: llorar, suplicar, clamar, gemir...a un Dios de amor, paz y misericordia que está siempre dispuesto a perdonar y a dar de su gracia para manifestar su gloria en su majestuosa creación.
Muchas personas hacen sacrificios como: ayunar, obras de caridad u otro tipo de sacrificios que creen que son importantes para Dios y esenciales. Sin embargo de la Biblia aprendemos que aunque son necesarios no son más importante que " un corazón contrito y humillado" porque eso nunca Dios rechazará.