Me han ofendido mucho me dijo Tamar, se que debería perdonar a esa persona, pero no siento ganas de hacerlo, hazlo de todos modos le sugerí, pero no seré hipócrita si lo hago, pregunto, perdonar tiene dos fases, le explique, una tiene que ver con tu voluntad, es una decisión que tu haces, esta es la fase de la acción del perdón.

Ser compasivo en la acción, no tienes que sentirse compasivo para ser compasiva, puedes obrar como si fueras compasiva, no es hipocresía si es una decisión que has tomado, de acuerdo, puedo actuar como si fuera compasiva replico Tamar, pero y los sentimientos, esa es la parte de Dios replique, si hacemos nuestra parte y elegimos perdonar, entonces Dios hará la suya y proporcionará los sentimientos que van con la acción de perdonar.

Creo que estoy comenzando a comprender dijo Tamar, recuerdas la historia cuando los israelitas estaban siendo derrotados en la guerra, y el señor les dijo que cantaran el canto de la victoria, debieron haberse sentido ridículos al actuar como si hubieran obtenido la victoria, cuando todos podían ver que habían sido derrotados, sin embargo, cuando llevaron a cabo las acciones de la victoria Dios se las dio y los sentimientos siguieron a sus acciones.

Lo ha probado usted preguntó Tamar, si cierta vez una mujer me critico severamente, me sentí ofendida y enojada, y llore durante días por eso, cuanto mas lloraba tanto mas la detestaba por lo que había hecho, luego sentí que el señor me hablaba, Dorothy, tienes que perdonarla, como señor, actúa como si fuera tu mejor amiga, así lo hice, le envié notas, le envié un regalito, la salude con una sonrisa y un abrazo, llevé a cabo las acciones y Dios suplió los sentimientos, llegamos a ser buenas amigas.

Cuando no sientas ganas de perdonar elige conscientemente perdonar, lleva a cabo las acciones del perdón, y Dios suplirá los sentimientos que acompañan al perdón, Dios los ama a ustedes y los ha escogido para que pertenezcan al pueblo santo, revístanse de sentimientos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, en cambio lo que el espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio contra tales cosas no hay ley.

Si ese sentimiento puede llegar inesperadamente también es una actitud que se puede decidir a expresar o a sentir mucha alegría, y la alegría del ayer es solo un recuerdo agradable y la alegría del mañana no puede ser planeada de modo que vivamos en la alegría de conocer a Dios.