Tenía una amiga ya de edad llamada Elisa, estaba pasando por tiempos dificiles como no tenia familiares a quienes acudir en busca de ayuda, decidi hacer lo que fuera posible para hacerla feliz, cuando la visite en su casita descubri que su unica sabana estaba llena de agujeros, fui a casa para buscar algunas cosas que satisfacieran sus necesidades y elegi varias sabanas de diseño agradables, estaba segura que le encantarian y se alegraria al recibirlas, imaginaba la expresion de gozo en sus ojos cuando la viera.

Se las lleve el mismo dia porque anhelaba ver la cara de alegria que pondria, pero Elisa acepto las sabanas sin sonreir y ni siquiera me dio las gracias, paso la mano sobre la suave superficie de las sabanas y luego me miró con cara de desagrado y dijo, querida amiga Tania, tenia tanta esperanza de que las sabanas fueran blancas, senti que dentro de mi se acumulaba el enojo, como era posible que se quejara cuando le habia dado lo mejor que tenia.

Hay algo mas que pueda hacer por ti Elisa, preguntó Tania, he tenido muchas ganas de comer queso contestó Elisa, tu sabes que no puedo comprarlo con mi pequeña pension, senti compasion por ella, sin duda le era dificil poder comprar las cosas que deseaba, te traeré queso la proxima vez que venga a visitarle le prometi.

La proxima vez que fui a verla le lleve tres quesos enlatados y procesados, pero Elisa volvió a quejarse, Ay querida esperaba que me trajera queso fresco, le habia llevado intencionalmente queso envasado para que no se echara a perder en el clima calido, pues no tenia refrigerador, tanto Elisa como yo levantamos barreras de expectativas injustas, cuando estas no fueron satisfechas nos quejamos y nos sentimos defraudadas.

Quejarse es el resultado de expectativas irreales, preferimos asociarnos con personas que se conforman con lo que reciban y que no desean constantemente recibir una cosa diferente, alegrense siempre en el señor, repito alegrense, que todos los conozcan a ustedes como personas bondadosas el señor esta cerca, no lo digo porque yo este necesitado, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo, se lo que es vivir en la pobreza y tambien lo que es vivir en la abundancia.

No hay reto que Dios no pueda vencer, porque Dios es omnipotente, no hay persona que pueda romper el vinculo de amor entre los seres queridos y nosotros, porque Dios es amor que nos une.