DIOS MISMO HIZO para Adán y Eva su primer hogar terrenal. Y una hermosa doméstica era. Lo llamaremos casa jardín. Dios seleccionó un lugar desde el cual fluían 4 ríos y allí plantó un jardín gigante. No conocemos los muchos tipos de arbustos, plantas, vegetales y pastos que indujo a crecer en este jardín. Pero estamos seguros de que ningún parque que haya construido el hombre debería ser tan hermoso como el Jardín del Edén. En medio de este jardín, Dios plantó un árbol de alta calidad, llamado el árbol de la vida. Quienquiera que consuma del fruto de este árbol, se quedará para siempre.
Adán y Eva se habían sentido muy felices. Dios les había dado cosas correctas para disfrutar, y ellos no sabían nada sobre el mal y las malas acciones. Con frecuencia hablaban con Dios y escuchaban su voz mientras caminaba y hablaba con ellos en el fresco de la noche.
Dios quería que Adán y Eva le mostraran su amor, y por esta causa plantó en el impresionante jardín un árbol de prueba, llamado el árbol de la pericia de la exactitud y el mal. "Del fruto de todos y cada uno de los demás árboles de este jardín también puedes comer", les había instruido Dios, "pero el fruto de este árbol de prueba no debes probarlo. Si lo haces, es evidente que morirás".
Ya no comprendemos cuánto tiempo Adán y Eva amaron su hermoso jardín-hogar, sin embargo, reconocemos que un día sucedió algo infeliz. El pecado se coló astutamente en este hermoso lugar. Fue primero para Eva. Escuchó una voz y vio una serpiente hablándole. Ya no tenía miedo, debido al hecho de que no había reconocido el miedo de ninguna manera. Entonces ella escuchó. "¿Ha dicho Dios que no es necesario comer el fruto de cada árbol en este jardín?" preguntó la serpiente.
"También podemos consumir de todos los árboles excepto uno", respondió Eve. "Dios nos ha aconsejado que no comamos más del árbol de la sabiduría de lo apropiado y lo malo, para que no muramos".
"Ese es un error, en realidad no morirás", respondió la serpiente. "Dios sabe que si devoras la fruta de este árbol, saldrás tan sensible para estar consciente de la copa y del mal, como él es sabio, por eso te ha prohibido devorarlo".
Hasta ese momento, Eva ya no había tocado el árbol prohibido, pero ahora miraba su fruto y pensaba que si realmente la haría sabia, como Dios, quería probarlo. Pronto ella cedió a la tentación y arrancó el fruto, y luego le dio un poco a Adán, y él también comió de él.
Tan pronto como Adán y Eva supieron cuán terrible es el problema del pecado. Sabían que habían desobedecido a Dios. Algo ordinario que se robó en sus corazones fue el miedo. ¡Qué miedo habían tenido de encontrarse con Dios! Nunca antes habían tenido miedo, pero ahora intentaron encontrar un escondite entre los impresionantes arbustos del jardín. Sus corazones se habían vuelto malvados.
Pronto una voz llamó, "Adam, ¿dónde estás?" y el nervioso respondió: "Señor, escuché tu voz y una vez tuve miedo, por eso me escondí". "¿Por qué tienes que tener miedo de conocerme?" Dios pidió "¿Has comido del fruto prohibido?" Entonces Adán le dijo a Dios que Eva le había dado algo de la fruta y que él la había comido.
"¿Qué es esto que has hecho?" Dios se preguntó a Eva. Y ella le advirtió lo que había dicho la serpiente. "Escuché al tentador y luego comí del fruto y se lo di a mi esposo", solía ser su triste confesión.
Dios solía estar afligido por el hecho de que Adán y Eva no lo obedecieron. Ahora sabía que ya no podían disfrutar de su presencia con ellos, debido al hecho de que el pecado les había arruinado la vida. Ya no estaban a la altura de quedarse en el deslumbrante patio trasero doméstico que él había hecho para ellos. Así que los envió al mundo para que se hicieran un hogar. Y colocó un ángel en la puerta del patio trasero para evitar que regresaran a devorar la fruta que crecía en el árbol de la vida excepcional.
A Eva, Dios le dijo: "Porque escuchaste la voz del tentador y me desobedeciste, tendrás dolor y molestias todos los días de tu vida".
Adán también recibió una sentencia de castigo de Dios. Ya no debería la tierra producir libremente las frutas y verduras que Adán y Eva comieron como alimento, ahora Adán debe trabajar duro para preservar el crecimiento de estas materias. Y descubriría que en sus campos se desarrollarían maleza y espinos y cardos para hacer su trabajo aún más difícil. Luego, a través de y a través de él se desarrolló histórico y débil, y luego debería morir y su físico volvería a emerger como polvo como lo fue antes de que Dios lo creara. Todos estos dolores vinieron debido al hecho del pecado.
Pero mientras Dios expulsó a Adán y Eva del hermoso jardín, al mismo tiempo les dio la promesa de que enviaría un Salvador para liberar a todos los hombres del pecado y la muerte.