Idioma Español

Reciban un cordial Saludo de mi parte y a su vez desearles que tenga un Feliz día a todas las personas que hacen vida en esta comunidad, en esta oportunidad le escribo para traer la buena nueva que Dios nos tiene a cada uno de nosotros el día de hoy, como lo es ver nuevamente la brillantes del sol y permitirnos nuevamente tener un día más de experiencia en esta agitada vida.

Es importante reconocer la gran obra que hace el Espíritu Santo en cada creyente, y lo necesario que es, dejar que el ocupe un espacio cada vez más grande en nuestro corazón; todo buen cristiano, reconoce que tener al Espíritu Santo de su lado, es caminar con Dios.

Todos anhelamos y soñamos con haber estado con Jesús personalmente, caminar, comer y vivir con él; no obstante, no nos dejó solos, dejo al Espíritu Santo, ahora Él esta con nosotros, nos consuela, nos abraza y guía en todo momento. El Espíritu Santo tuvo un lugar especial en la vida del hombre Jesucristo. En varios lugares del Nuevo Testamento se habla de esto:

1. Jesús fue concebido en la virgen María por medio del Espíritu Santo. Como consecuencia de ese poderoso hecho, pudo ser llamado “Santo Ser” desde su nacimiento. Fue el único ser humano sin pecado. Toda su vida fue un “olor grato” para su Dios.

1. Cuando empezó su servicio oficial a los 30 años de edad (Lucas 3:23), fue bautizado por Juan el Bautista. Entonces el cielo se abrió y el Espíritu de Dios bajó como paloma sobre él y permaneció en él. Dios ungió así al Señor Jesús con el Espíritu Santo y con poder, para que ejerciera su servicio en el pueblo de Israel.

1. Si observamos la vida y el servicio del Señor Jesús en los evangelios, vemos que en todos los detalles de su vida fue guiado y conducido por el Espíritu Santo, el cual obraba con poder divino en él.

1. El Espíritu Santo no sólo estuvo con el Señor Jesús durante su vida, sino también en su muerte: “mediante el Espíritu eterno (Cristo) se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios” (Hebreos 9:14).** En la cruz del Gólgota la entrega y la consagración del Señor hallaron su mayor expresión. Allí, en virtud del Espíritu, se ofrendó enteramente a Dios. Al tercer día después de su muerte en la cruz, salió de la tumba “vivificado en espíritu”*** (1 Pedro 3:18).***

_{Imagen De Dominio Publico Fuente}

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Receive a cordial greeting from me and in turn wish all the people who make life in this community a happy day, this time I write to bring the good news that God for each of us today , as it is to see again the brilliance of the sun and allow us once again to have one more day of experience in this hectic life.

It is important to recognize the great work that the Holy Spirit does in each believer, and how necessary it is, to let him occupy an ever greater space in our hearts; Every good Christian recognizes that having the Holy Spirit on his side is walking with God.

We all long and dream of having been with Jesus personally, walking, eating, and living with him; However, he did not leave us alone, he left the Holy Spirit, now He is with us, comforts us, embraces us and guides us at all times. The Holy Spirit had a special place in the life of the man Jesus Christ. In various places in the New Testament this is discussed:

1. Jesus was conceived in the Virgin Mary through the Holy Spirit. As a consequence of that powerful fact, he could be called "Holy Being" from birth. He was the only human being without sin. All his life he was a "sweet smell" to his God.

1. When he began his official service at age 30 (Luke 3:23), he was baptized by John the Baptist. Then heaven was opened and the Spirit of God descended like a dove on him and remained in him. God thus anointed the Lord Jesus with the Holy Spirit and with power, to exercise his service in the people of Israel.

1. If we look at the life and service of the Lord Jesus in the Gospels, we see that in all the details of his life he was guided and led by the Holy Spirit, who worked with divine power in him.

1. The Holy Spirit was not only with the Lord Jesus during his life, but also in his death: “through the eternal Spirit (Christ) offered himself without blemish to God” (Hebrews 9:14). ** In On the cross of Golgotha ​​the dedication and consecration of the Lord found their greatest expression. There, by virtue of the Spirit, he offered himself entirely to God. On the third day after his death on the cross, he came out of the tomb “quickened in spirit” (1 Peter 3:18).

_{Public Domain Image Source}