En el libro de Génesis 4:3-4 observamos las ofrendas que ofrecieron Caín y Abel, dos hermanos. La ofrenda de Caín era una ofrenda común y corriente, no se dice que fuera escogida, no era conforme al modelo profético establecido por Dios, recordemos que Adán y Eva habían sido cubiertos con pieles, y esto implicaba sacrificio, lo más seguro era que Adán y Eva habían aprendido que el sacrificio de un animal era lo que simbolizaba la obra de Dios en ellos y por ende era de su agrado. Caín ofreció algo sin ponerle cuidado de que era lo que le ofrendaría al Señor, por lo que dice Génesis 4:5 "considero que algo no estaba bien en Caín ya que lo primero que resalta es que "DIOS NO MIRO CON AGRADO A CAÍN"... Después menciona su ofrenda. Esto tiene que hacernos recapacitar que lo primero que Dios mira es el oferente, después mira su ofrenda. Vale la pena que le demos al Señor todo con el corazón.
En cambio Abel ofrendo lo mejor que tenia para Dios Génesis 4:4, trajo de los primogénitos lo mas gordo, creo que esto refleja que el dio lo mejor para el Señor, escogió cuidadosamente lo que le ofrecería al Señor, definitivamente lo que yo ofrezco al Señor refleja mi condición interior para con Dios. En el versículo 4 dice que Jehová miró con agrado a Abel y todo esto nos hace reflexionar:
¿Qué le estamos ofreciendo al Señor?
¿Cómo se lo estamos ofreciendo?
Doy a Dios lo mejor de mis talentos, de mi tiempo, de mi servicio, de mi dinero, de mi vida? o cuando hago las cosas del Señor reniego, me lamento murmuro o simplemente lo hago por salir del paso?. Que nuestras ofrendas sean agradables a Dios, que escojamos lo mejor que tenemos y sobre todo lo hagamos con amor, porque fue por amor que Él murió en la cruz del calvario por nosotros para darnos vida y vida en abundancia.
Dios le bendiga amada comunidad