[Versión Español]

Se necesita que reflexionemos si ¿Estamos Viviendo en el Espíritu? Ya que esto es dependiente que logremos una vida estable con Cristo Jesús y tener él disfrutó de una buena vida con las personas que nos rodean, comenzando en nuestros hogares, nuestra congregación, trabajo, y nuestra estabilidad de la vida eterna cristo.

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Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. Gálatas 5:25 RVR 1960.

El vivir en el Espíritu se muestra, no tanto por tus concentraciones externas, como de andar a pie sobre el agua, sino ya que tu vida está llena de alegría, disfruto y tranquilidad con quienes te rodean, en tu alabanza, en tu servicio a Dios, una vez que eres un verdadero amigo, una vez que sientes el dolor de tu prójimo y hablas de Jesús, y te apartas del pecado.

El Espíritu no mora en la mente que busca las influencias perturbadoras de la excitación, sino en la mente bien balanceada y piadosa. Tal persona expresa su deleite, no en cánticos borrachos o mundanos, sino en himnos cristianos de gratitud. No tenemos la posibilidad de estar viviendo en el Espíritu, si no andamos en Él, viviendo una vida que no agrada a Dios, sin el fruto del Espíritu, que es, amor, gozo, tranquilidad, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.

Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe. Gálatas 5:22 RVR 1960.

La Biblia hace énfasis que debemos de sacrificar las pasiones y deseos. No vanagloriándonos, irritándonos unos a otros, con envidia. Realmente el vivir en el Espíritu es algo que trasciende, nos transforma, nos hace vivir en armonía con la gente que nos rodean y en especial con Dios. Si fuéramos cuidadosos para actuar bajo la dirección y el poder del Espíritu bendito, aunque no fuésemos liberados de los estímulos y de la contraposición de la naturaleza corrupta que queda en nosotros mismos, esta no tendría dominio sobre nosotros mismos.

Nuestra plática constantemente tendrá que corresponder al inicio que nos guía y nos administra, en romanos 8: 5 pues nos enseña, los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Debemos dedicarnos con entusiasmo a mortificar las obras cuerpo y a caminar en la vida nueva sin desear la vanagloria ni desear indebidamente la estima y el aplauso de los hombres, sin provocarse ni envidiarse mutuamente, sino intentando encontrar llevar aquellos buenos frutos con más copiosidad, que son, por medio de Jesucristo, para la alabanza y la gloria de Dios.

[Versión inglés]

We need to reflect on whether we are Living in the Spirit? Since this is dependent that we achieve a stable life with Christ Jesus and have him enjoyed a good life with the people around us, starting in our homes, our congregation, work, and our stability of eternal life christ.

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If we live by the Spirit, let us also walk by the Spirit. Galatians 5:25 RVR1960.

Living in the Spirit is shown, not so much by your outward concentrations, as of walking on water, but as your life is filled with joy, enjoyment and tranquility with those around you, in your worship, in your service to God, once you are a true friend, once you feel the pain of your neighbor and speak of Jesus, and turn away from sin.

The Spirit dwells not in the mind that seeks the disturbing influences of excitement, but in the well-balanced and godly mind. Such a person expresses his delight, not in drunken or worldly songs, but in Christian hymns of gratitude. We have no possibility of being living in the Spirit, if we do not walk in Him, living a life that does not please God, without the fruit of the Spirit, which is, love, joy, quietness, patience, kindness, goodness, faithfulness, gentleness, meekness, temperance.

But the fruit of the Spirit is love, joy, peace, longsuffering, gentleness, goodness, faithfulness. Galatians 5:22 RVR1960.

The Bible emphasizes that we are to sacrifice passions and desires. Not boasting, irritating one another, envying one another. Really living in the Spirit is something that transcends, transforms us, makes us live in harmony with the people around us and especially with God. If we were careful to act under the guidance and power of the blessed Spirit, even if we were not freed from the stimuli and the counterposition of the corrupt nature that remains in ourselves, it would not have dominion over ourselves..

Our talk will constantly have to correspond to the beginning that guides and administers us, in Romans 8: 5 for it teaches us, they that are of the flesh mind the things of the flesh; but they that are of the Spirit, the things of the Spirit. We should eagerly devote ourselves to mortify the works body and to walk in the new life without desiring vainglory nor unduly desiring the esteem and applause of men, neither provoking nor envying one another, but endeavoring to find to bear those good fruits more abundantly, which are, through Jesus Christ, to the praise and glory of God.