Bienvenidos!
Jeremías 6:13-17
13 Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.
14 Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.
15 ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Jehová.
16 Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
17 Puse también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad al sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos.
RVR 1960
Hace poco nos amigos me comentaban sobre su determinación de romper su matrimonio de varios años. Esto se ha vuelto muy común en nuestros países, son cada vez más las noticias que nos llegan sobre rupturas sentimentales, fraternales, laborales, y de cualquier otra naturaleza. Al parecer, se ha acelerado la pérdida de la paciencia y la tolerancia, sin duda, se está reduciendo notablemente la capacidad de aguante. Países, partidos políticos, y hasta iglesias van a la quiebra por la intolerancia de unos frente a los otros. Pero no sólo frente a los demás seres humanos, pareciera que nos hemos cansado de escuchar y observar el dicho de Dios, prefiriendo romper con él y asumir nuestro propio derrotero.
Lamentablemente caminamos por senderos equivocados, queriendo hacer lo mejor, hacemos lo peor. Actuamos como si no nos diéramos cuenta del extravío en que nos movemos, y cuanto más necesitamos a Dios, más nos apartamos de él. Ese es el lamento del profeta Jeremías, rebeldía, tozudez y sin razón por doquier. Tanta desazón e inteligencia mal usada no logran más que agravar los males del hombre sobre la tierra; es como si pretendiéramos curar nuestros males, acumulando maldad. Es hora de que detengamos así sea por un momento esa loca carrera que venimos corriendo; debemos ser capaces de caer en la cuenta y ver qué es lo que en realidad estamos haciendo. Clamemos por perdón y misericordia, quizás Dios en si bondad se apiade y tenga misericordia de nosotros.
Ahora que tenemos la oportunidad, reencaucemos nuestros pasos.
Gracias por tu visita!
Reading at Jeremiah 6: 13-17
Recently, friends were telling me about their determination to break their multi-year marriage. This has become very common in our countries, more and more news is reaching us about sentimental, fraternal, labor, and any other kind of ruptures. It seems that the loss of patience and tolerance has accelerated, without a doubt, the endurance capacity is being reduced considerably. Countries, political parties, and even churches go bankrupt due to intolerance of one another. But not only in front of other human beings, it seems that we have grown tired of listening and observing the saying of God, preferring to break with it and assume our own course.
Unfortunately we walk the wrong paths, wanting to do our best, we do our worst. We act as if we are not aware of the deviation in which we move, and the more we need God, the more we move away from him. That is the lament of the prophet Jeremiah, rebellion, stubbornness and without reason everywhere. So much distress and misused intelligence do nothing but aggravate man's ills on earth; it is as if we tried to cure our ills, accumulating evil. It is time for us to stop this crazy race that we have been running for a moment; we must be able to take notice and see what we are really doing. Let us cry out for forgiveness and mercy, perhaps God himself will have mercy and have mercy on us.