En la vida aprendemos a valorar muchas cosas, pero últimamente la palabra valores está perdiendo su sentido, la amistad y el amigo son sinónimos de mucho respeto y sobre todo mucha confianza. Los amigos de hoy en día son contados pero si existen si los hay, tener un amigo o amiga significa que tiene un hermano sin que este lleve tu sangre.

Graterol, cariñosamente le decimos negra o amo la conocí hace 37 años, comenzaba yo una relación a mi corta edad con un muchacho que vivía al lado de su casa, fue esa hermana que día a día me iba guiando pues yo vivía en casa ajena y me decía como hacerle frente a la vida en ciertas situaciones y ponerme un freno en diferente acciones. Al nacer mi hija mayor la cual murió a los 2 días de nacida lo ideal era llorar en el hombro y abrazada al padre de mi hija, pues fue ella la única que en ese momento me abrazo y sentí el apoyo que me hacía falta. De allí nació nuestra amistad, mi mama estaba lejos y mi hermana resentida por mis errores.

La negra, es de esas personas que siempre está allí para, orientarte, reír contigo, llorar, para las parrandas pero sobre todo para ponerme en mi sitio cuando estoy equivocada. Ella es las amiga, la hermana, la cómplice ¡pero ojo! Cómplice de locuras buenas, siempre con un buen consejo a flor de boca, presta escucharme, le agradezco a la vida por haberla cruzado en mi camino. Paradójicamente nos vemos poco, vivimos de polo a polo pero siempre en comunicación vía teléfonos. Amigo no es cualquiera aunque digan quererte mucho porque eso es lo que escucho entre fiestas y parrandas, y yo con orgullo digo Maribel Graterol es mi “Amiga del Alma”.