Este año, a principios de febrero, empezó a dejar la comida completa, primera alerta de que algo no andaba bien, ella siempre se come todo. Tuve que realizarle algunos exámenes de sangre para determinar lo que sucedía con ella: Anaplasmosis.
Afortunadamente, Afriquita es muy fuerte (de verdad, tiene demasiada fuerza bruta) y, con ayuda de los antibióticos recomendados por el veterinario, pudo superar la infección sin ninguna secuela. Esos días fueron duros, me paraba a las 5am a llevarle la medicación y luego le repetía la dosis a las 5pm. Pensé por un momento que iba a perderla, pero con la ayuda de
@kealeortiz, quien todos los días iba conmigo a desparasitarla, pudimos darle la oportunidad de seguir viviendo.