Las relaciones amorosas no están exentas, por supuesto, del incesante dinamismo social que propician las relaciones humanas, ni de los cambios que la evolución tecnológica introduce en nuestras vidas...
Diseñada en PowerPoint/ F
Opinar sobre los demás/ F
Lo ideal es que nadie se dedique a opinar sobre las relaciones ajenas, pero eso en cierto modo resulta inevitable, sobre todo cuando se trata de personas pertenecientes a nuestro círculo familiar o aquellas que comparten una cercana amistad con nosotros. Ningún padre, por lo general, se quedará callado cuando uno de sus hijos dirige sus sentimientos hacia alguien que, a todas luces, no le conviene, hacia un ser humano al que se le evidencian las malas intenciones, pero que el enamoramiento del interesado no le permite darse cuenta del error que está cometiendo.
Si bien la experiencia y la sensatez indican que inmiscuirse en las pugnas de parejas o simplemente ofrecerles consejos para que su relación marche por buen camino nunca nos proporciona nada provechoso, el amor, la gran estima que sentimos por algunas personas nos inducen a ofrecerles, en determinados momentos, nuestras opiniones. Ahora bien, cabe destacar que solo nos hemos referido a quienes lo hacen con buenos propósitos; si no es así, nadie debe estar emitiendo alegremente juicios sobre los demás.
Exponerse a las redes sociales/ F
Los expertos en estos temas comunicacionales recomiendan siempre, por seguridad, que no se exponga al infinito universo del internet todo cuanto llevamos a cabo en nuestra íntima cotidianidad. Como sabemos, el mundo está lleno de personas buenas, pero también existe gente muy mala que está dispuesta a causar daño de cualquier manera, que disfruta con ver a otro sufrir sin importarle las consecuencias. Si revisamos las redes sociales más populares, nos daremos cuenta de que todo el mundo se cree con derecho a opinar sobre el más importante o anodino tema; y lo hacen a la ligera, sin conocer muchas veces siquiera de lo que están hablando.
Es incomprensible el voyerismo social, por llamarlo de alguna manera, que contemplamos en la actualidad. En lo particular, no creemos necesario que quienes compartan una relación amorosa exhiban hasta la más mínima expresión de ese sentimiento en las redes sociales. Existe, al parecer, el convencimiento de que, si les mostramos a los demás cada intersticio de la existencia, consolidamos con efectiva eficiencia lo que hacemos, que cada persona que nos visualice se convierte en un testigo de nuestra dicha o amargura. Sin embargo, lo que debemos tener claro es que esa unánime exposición en las redes puede despertar también envidia, resentimientos, burlas y hasta mentiras tendenciosas que pueden perjudicar una relación.
Idealización en las redes.../ F
Las redes sociales se han convertido en un universo instantáneo y caótico donde se exponen las más disímiles manifestaciones del ser humano. En fracciones de segundos podemos leer que un terremoto acabó con miles de personas en algún pueblo y que dos famosos artistas se divorciaron. Ante esa avalancha constante de informaciones, imágenes y videos de todo tipo, quien no se encuentra intelectualmente preparado para procesarla, o carece de criterios ecuánimes simplemente, no podrá jamás discriminar lo relevante de lo superfluo; es decir, puede evaluar con el mismo rasero la tragedia del pueblo y el divorcio de los artistas.
Desde esa misma perspectiva podemos decir que, quien vive obnubilado con las redes sociales, toma como paradigmas de su existencia a los virtuales protagonistas de esos medios, sin detenerse a considerar con seriedad cuáles son sus aportes y sus virtudes, cómo obtuvo su renombre o cuánto han trabajado para llegar al sitial en que se encuentran, porque como todo en la vida, existen en estos ámbitos muchas personas que son ejemplos de constancia y esfuerzo. Sin embargo, los que no están capacitados para evaluar con objetiva conciencia las relumbrantes figuras de las redes solo mirarán las luces y la brillantina sin llegar al fondo del asunto.
Invito a los steemians: @norat23, @zhanavic69 y @casv al concurso, moderado por la amiga @mayberling.
Las redes como universo instantáneo y caótico, describe ese mundo virtual al que nos exponemos al publicar nuestra realidad amorosa o vida privada. Realmente debemos ser cautelosos al publicar nuestras vivencias y evitar ser motivo del escarnio en las redes que no tienen control.
Bien sabemos que es inevitable que los demás comenten y cuestionen nuestras acciones y vida privada, razón por la cual debemos reservar en gran medida nuestra vida privada.
Gracias profesor por tan excelente publicación.
¡Un fuerte abrazo!
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