El padre Alberto se encontraba en el confesionario como cada domingo antes de la eucaristía, confesando a todos los que se animaban a acercarse, pero este domingo era diferente, una terrible confesión cambiaría el curso de su vida para siempre.

Genaro, uno de los feligreses mas devotos llegó a confesarse, treinta minutos después salió del confesionario, tranquilo y relajado, pero el padre Alberto salió cabizbajo, su sonrisa se apagó y sus ojos ya no brillaban como unos minutos antes, para ser exactos, 30 minutos antes. La confesión de Genaro le generó las dudas que nunca había sentido.

^{Imagen tomada de la publicación de @solperez}

El padre se encerró en su celda a orar y pedía guía a Dios, no sabía que hacer luego de escuchar la confesión de Genaro, era tan horrible aquello que escucharon sus oídos, que dudaba si debía guardar el secreto de confesión, pero si acudía a las autoridades para delatarlo, ya nadie confiaría en la iglesia y mucho menos en sus sacerdotes. Sentía que callar estaba mal, pero confesar también.

Genaro siguió asistiendo cada domingo a la misa, pero antes pasaba por el confesionario, allí no solo confesaba sus mas horribles y oscuros pecados, sino que le dejaba muy claro al padre cual sería su destino si actuaba en su contra.

Esta es mi participación en el concurso de la amiga @solperez, quien nos invita una vez mas a crear a partir de una obra de arte, anímate a participar, acá te dejo el enlace

Invito a los amigos @casv, @enrisanti y @esthersanchez

Gracias por leerme, te deseo salud y bienestar; además de éxito en todos tus proyectos de vida.

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