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El segundo escudero de don Quijote.
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Aquella noche, ya acostado y en pleno año 2021, exactamente en el mes de abril, me puse a leer el libro "Don Quijoje de la Mancha", y me extasiaba y fantaseaba con esta singular lectura, hasta quedarme dormido por completo.
Y fue tan fuerte la concentración en aquellas espectaculares aventuras, que comencé a soñar con aquel hombre flaco y valiente, y con Sancho Panza, y en el sueño era yo el segundo escudero de don Quijote de la Mancha.
En verdad que don Quijote tenía una influencia notable en quienes llegaron a conocerle a través de las aventuras del libro de Miguel de Cervantes Saavedra. Y así como tenía convencido a Sancho Panza, a mí me hizo igual.
Sí, en el sueño, me convertí en el segundo escudero de don Quijote, pero lo que más temía era que Sancho Panza fuera a sentir celos profesionales, y denunciarme ante El Ingenioso Hidalgo. Pero Sancho era un hombre sumamente pacífico y muy dado al compartir, y fue quien le propuso a don Quijote que me aceptara.
Don Quijote me recibió con cara de alegría, y me dijo:
—Bueno, chico, el trabajo es duro y el trayecto es largo, y premio no tengo para ti. Sin embargo, depende de tu desenvolvimiento en las labores de acompañante.
Don Quijote me asignó una bicicleta bien descachalandrada, y como pude, la parapeteé y, aunque me dejaban atrás el hidalgo con su caballo, y Sancho con su asno, lograba alcanzarlos.
De buenas a primeras, llegué a la pelea con los molinos.
¡Dios Santo! Fui a caer lejísimos, y salí con varias fracturas. El caballero me dijo que nos esperaba otra aventura, y que como los 3 habíamos quedado vivos, era preciso reunir puntos para tener como objetivo alguna propiedad.
Me quedé dudoso y pensativo dentro de ese sueño.
Logré despertarme justo cuando íbamos a la próxima aventura y, cuando logré entrar en mi juicio de nuevo, revisé mi bicicleta, y comprobé que no le había pasado gran cosa.
Pero me entró una tristeza muy grande al no poder seguir acompañando a esos dos valientes hombres que aún recorren la humanidad con su simpatía y forma tan impactantes.
Lamenté haber dejado mi cargo de segundo escudero de don Quijote.
Pero cada noche me acuesto... con el deseo de volver a soñar otra aventura.
Bendiciones de Dios para todos.
He aquí el enlace:
jajajajaja, hooola @lecumberre. Yo también lamento que no hayas seguido soñando para seguir leyendo tus aventuras como segundo escudero.
He disfrutado horrores tu maravillosa publicación.
Tenía mucho tiempo que no veía, tan bien escrito, el vocabulario coloquial. ¡Qué magnífica pluma e imaginación tú tienes!
Hasta yo hubiese dudado. Te vi volar por los aires, jajajaja.
Muchas gracias amigo por hacerte disfrutar de una aventura sin igual de Don Quijote, Sancho y su segundo escudero (tú). Gran abrazo!
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