Hola, mis apreciados amigos de Venezolanos Steem. Estamos en el penúltimo día del Primer Concurso "El Humor Venezolano". He disfrutado muchísimo de los posts que, hasta ahora, ustedes han publicado. Debo agradecer su receptividad y diversidad. Como yo soy el promotor del concurso, obviamente, no puedo participar de manera oficial, aunque no quería por nada del mundo, quedarme fuera de esta fiesta tan divertida de anécdotas, chistes e historias, por lo que también les preparé un cuento que espero sea de su agrado. Aquí se los dejo!
POR CULPA DE ESTE CONCURSO, CASI PIERDO A MI MUJER
La verdad, no sé ni por dónde comenzar. Es más, no sé si comenzar…Bueno, ya lo hice, verdad? Estimados amigos de Venezolanos Steem y del Concurso “El humor venezolano”, antes de felicitarlos a todos, debo contarles algo terrible que me ocurrió durante esta actividad. Con mucha pena y melancolía, les comento...
Todo comenzó luego de mi alegría inmensa por esta iniciativa que con tan buen ánimo, recibieron @marcybetancourt y @solperez (¿No será un complot? Me pregunto ahora). Bueno, averiguaré después! Yo estaba feliz y dichoso por mi iniciativa. Emocionado, publiqué mi post y comencé a leer los comentarios de ustedes, llenos de motivación y ánimo. “Qué fino!”, me decía. Parecía un carajito con juguete nuevo!
Hasta que…
Aquella noche, como a las siete, me encontraba leyendo uno de sus posts. Reía contento de ver su participación y, de repente, sentí un cuerpo a mis espaldas. “¿Qué es esto?!”, pensé. Voltee unos dos centímetros y ahí estaba ella! Si! Mi mujer! Detrás de mí, en silencio y con una cara no muy simpática! “¿De qué te ríes?”, preguntó sombríamente. “Debe estar muy bueno eso que lees”, continuó, haciendo más grave su voz.
“Nada, amor. Un post del concurso. Está buenísimo!”, le dije. “No hace falta que me lo digas!”, respondió, para luego retirarse.
Como uno de los compromisos de quienes hacemos concursos es interactuar con todos y cada uno de quienes escriben, pues, yo me lancé a cumplir con esa responsabilidad y, entre comentario y comentario, daba respuestas amablemente a cada uno. No sabía que estaba apretando mi propio cuello! Lean, queridos amigos, lean lo que viene.
Al día siguiente, en mi abnegada tarea de responder a ustedes, vuelvo a sentir esa presencia inequívoca de mi mujer a mis espaldas. “Mi madre! Hasta abrazos te mandan!”, escuché decir a la sombría voz. “Ay, Dios mío!”, dije hacia dentro de mí, esperando la continuación de lo que me parecieron unos puntos suspensivos. Sin embargo, no dijo nada más. Abrió la puerta y la cerró lentamente, como para que yo escuchara cada uno de los leves y terroríficos chirridos que hacía la pieza de madera (tengo que ponerle un poquito de aceite, por cierto). Tragué saliva.
Entre la efervescencia del ánimo y el susto, transcurrieron las siguientes horas del día. En la noche, luego de ir al baño, regreso a mi puesto frente a la computadora y, cuál fue mi sorpresa?! Pues, sí, señores y señoras!! Mi mujer estaba sentada allí, leyendo con puntos, comas, dos puntos, pelos y señales, CADA UNO de sus comentarios! Entré y sólo atiné a decir en voz muy bajita, “¿Mi amor, estás leyendo los comentarios? Qué bueno”. Me miró de reojo y continuó leyendo. A pesar del ruido del viejo aparato de aire acondicionado (tengo que limpiarlo, a propósito), su respiración se sentía en toda la habitación. “Se nota que hay mucha confianza con LAS CONCURSANTES”, dijo, acentuando cada sílaba de las palabras en mayúsculas.
“Nada fuera de lo común, mi amor. Debo responder con amabilidad”, le manifesté. “Si, claro! Con mucha AMABILIDAD”, respondió, interrumpiendo mi última palabra.
Se levantó, rodando lentamente la silla (debo ajustarle una pata, recuerdo) y se retiró del cuarto, no sin antes mirarme otra vez de reojo. “Ay, Dios mío. ¿Quién me mandaría a mí a meterme en estas vainas de concursos?!”, pensé.
Al otro día, al levantarnos, me dijo, “Necesitamos hablar!”. Yo, muy gallardamente, le respondí, “Si, mi amor”. Nada más! Hombre que se respeta tiene la última palabra en su casa, no es así?! Bien, media hora después y cuando lo decidió, me dijo: “Tú escoges: O el concurso o yo?”. “Dios! Lo que me faltaba! Ahora esta mujer me viene con esto”, expresé hacia adentro (ni loco que fuera para decírselo en ese momento!). Me armé de valor, de firmeza, de valentía, de arrojo y le dije, con plena seguridad “Pero, mi amorcito, no te pongas así, vale!”. Respiré, dando tiempo para el desarrollo de mi estrategia y luego de cinco segundos, le comenté, con voz más firme que la anterior: “Hagamos un trato!”. “Dime de una vez! Tengo prisa”, respondió. Y me lancé:
“Todo lo que voten al concurso será tuyo, mi amor! Todo!”. Me miró, hizo silencio por tres segundos y soltó: “Todo! Absolutamente, todo!”, dijo y clavó sus fríos ojos en los míos. Yo que, por supuesto, no me dejo intimidar, le reviré: “Si, mi amorcito! Todo!”. Entonces, con mi seguridad característica, dejé que se retirara de la cocina, no sin antes decirme que me podía servir el café si me daba la gana. “Ay, carajo. Y ahora cómo hago? Y si no lo pagan? Le voy a encender una vela a todos los curadores para que me voten el concurso!”, expresé en voz muy bajita, mientras hacía el café (debo comprar un colador nuevo, por cierto) y preparaba el desayuno para mi amorcito y para mí.
Así que, amigos y amigas, así han sido estos días de concurso! Entre risas y alegrías, también he tenido que lidiar con esta tormenta que se ha presentado en mi vida, pero, afortunadamente, mi amada mujer pudo comprender todo, todo, con conciencia, cordura y mucho amor $$$…
Jajaja. Espero que les haya gustado este cuento. La verdad del asunto es que mi amada @soyliliena ha sido una de las principales colaboradoras de este concurso. Su acompañamiento y motivación han sido claves para su promoción y receptividad por parte de ustedes, así que, como dicen por ahí, “Los hechos narrados son ficción. Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia” jajaja. Un abrazo para todos ustedes! Gracias por leerme y participar! Me voy porque tengo que limpiar el baño (a propósito, debo reparar la llave del lavamanos)! Chaaaoooo! Se les quiere!
@soyliliena , con esa cara de buena gente que va, no creo nada defiendo al gremio hasta lo último. Así que a entregar todo a la reina de la casa. Y yo pidiendo que este concurso sea semanal, es un gran aporte para la plataforma es una buena recompensa , estar por estos espacios y encima poder recibir estas dosis de humor amigo @palabreador. Piense mi sugerencia y hasta puedo estar atenta para ayudar con algún premio. Muy linda iniciativa, pórtese bien limpie la casa fregar de vez en cuando y lavar ayuda mucho con nosotras las damas.
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jajajajaja
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Hola muy buen cuento, me he reido.
Por cierto tiene bien descuidada la casa. Jaja
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jajaja me hizo reir tu participación, nosotras la mujeres somo lo mas hermosos de la vida que debemos cuidar dia a día, se que tu esposa comprendera...
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