Taller de poesía Gaya Ciencia. Sesión N°2 (2da. Temporada): La poética

¡Hola, queridos amigos!

Vuelvo a ustedes para presentar un poema como parte de un ejercicio en el Taller de poesía Gaya Ciencia. Sesión N°2/4 (2da. Temporada): Despertando al fénix. Este está dictado por @adncabrera en la comunidad de #VenezolanosSteem. Que está fabulosamente administrada por @MarcyBetancourt y @SolPerez. Personas que les agradezco enormemente por mantener este espacio vivo, están haciendo un estupendo trabajo.

Estaba planteado la temática de La palabra poética o La poesía. Me ha gustado mucho este ejercicio, porque debíamos intentar imitar al poeta Darío Jaramillo Agudelo en su poema de Otra arte poética una: la palabra. Debo decir que cuando uno imita siempre hay un pequeño detalle, que es que no se puede ser del todo uno mismo. Grandes imitadores de obras artísticas, siempre terminan colocando algo de lo suyo dentro de las obras que imitan, pues es así que se sabe que se trata de una imitación. Y esto tampoco es como leer una partitura y reproducir cada nota leída en la hoja. Por lo tanto, imitar tiene su arte. Arte que no poseo. Puedo calcar, pero en la poesía calcar es imposible.

No tuve opción que sentarme a pesar y a maquinar en mi mente como escribir. Y no solo a pensar, sino también a sentir. Hasta en cierto punto tuve que filosofar, pero muy entre comillas. Pues, es medio de todo este reflexionar surgieron varias preguntas que tuve que plantear: ¿Cómo defino la poesía? ¿Qué significa para mí? ¿Qué es lo que me motiva a escribir? Y por allí me fui planteando un montón de cosas. Y en medio de todo eso también, pensaba en el ritmo del poema, qué imágenes podría usar para lograr expresar los sentimientos justo. Di muchísimos tropezones, pensé por muchísimas horas, busqué ritmos en la música, intenté imitar el ritmo del poema de Jaramillo. Al final siento que todo me resultó siendo inútil, que no logré lo que quería. Así que les presento un poema si terminar y que tengo que pulir muchísimo.

_Fuente

La poética

No mentiré, poetas,

no quiero mentir. Es

duro

el oficio del escritor.

La palabra

muy pocas veces me basta,

no-significa, se desvanece. No

es como los rumores dicen que

escribir es una labor de vagos

La palabra pesa, y

más pesa su silencio.

Es cierto que la palabra

es hermosa como

el ocaso,

y

que puedes tomarla de los paisajes,

de

los árboles;

que es un océano; que puede

ser beso, ser sexo, ser amor, y

pasión;

música puede ser del corazón.

Solo

que nadie dice

que

puede ser un sol inclemente de medio día,

desierto;

que puede ser pecera;

ser lágrima de alma en pena;

que puede ser como el viento que nunca podrás atrapar con tus manos;

que puede ser sequía.

Nadie dice

que es

Fénix:

arde

más que el fuego,

y es ceniza

donde renace.