Vinca minor, Vinca, Hierba doncella o Pervinca. Un gran número de nombres para una única especie. Esta planta tapizante perteneciente a la familia Apocynceae es originaria de Europa (Centro y Sur) y algunas regiones de Asia.
Se trata de una especie de exterior, tapizante (cubre la totalidad de una superficie) y se la considera un subarbusto, es decir, está a medio camino entre porte herbáceo y arbustivo.
Sus flores, por lo general, son de color violeta-azulado y decimos “por lo general” porque esta tonalidad puede ser diferente en función del tipo de suelo en el que la plantemos. Disponen de 5 pétalos bien diferenciados y aparecen en primavera.
En muchas ocasiones verás vincas con un aspecto más grande, con hojas y flores de mayor tamaño. A estas se las conoce como Vinca major y tienen un porte arbustivo.
Puede llegar a lograr una altura de 20 cm (aproximadamente) y tiene un crecimiento tapizante, es decir, forma una gran alfombra que puede cubrir la totalidad de una superficie.
Las hojas de la vinca son tóxicas, pues contienen alcaloides que resultan perjudiciales tanto para humanos como para animales.
La vinca es una planta a la que no le gustan las temperaturas bajas, aunque tolera el frío. Se adapta a cualquier tipo de suelo, que deberá mantenerse ligeramente húmedo, y que abonaremos cada quince días durante la primavera y el verano. En otoño y primavera es recomendable colocar un mantillo orgánico. La vinca agradece una ubicación en semisombra, aunque si la sombra es excesiva florecerá con menor intensidad.