-La vasija había sido usada durante años por un mendigo que acabo sus días en la miseria, totalmente ignorante del valor de aquel objeto con el que había pedido limosna.
Cuando un estudiante preguntó al Maestro qué representaba aquella vasija, el Maestro le dijo: “A ti mismo”.
El estudiante le pidió que se explicara, y el Maestro prosiguió:
-Tú centras toda tu atención en el insignificante conocimiento que adquieres de los libros y de los maestros. Sería mejor que le prestaras más atención a la vasija donde lo guardas”.
Muchas veces nosotros así dirigimos nuestras vidas. Estamos llenos de dones y talentos que al ser desarrollados nos harían personas más completas y plenas.
~Historia extraída de mis viejos recortes de periódicos de los días miércoles para reflexionar.~