Fuente de la imagen: Shutterstock
No hay sentimiento más devastador que perder un gran Amor. Algunas veces te avisa pero otras no. Es en esos momentos en los que creías estar en tu lugar seguro y de pronto te encuentras solo, en el vacío, mirando alrededor con incredulidad porque quién estaba ya no está más ahí.
Y te haces un millón de preguntas y cada una tiene un millón de respuestas pero ninguna está próxima a consolarte, y es cuando te arropa el sentimiento de culpa ¿Qué hice? ¿Por qué pasó esto? ¿Por qué no pude evitarlo?
Fuente de la imagen: Bigstockfoto
Y en la medida que tu mente se aclara empiezas poco a poco a caer en cuenta que no todo fue tu culpa, que en toda relación la responsabilidad es siempre compartida, que es un ganar-ganar y ya cuando una de las partes está por encima de la otra, es cuestión de tiempo para que ese castillo de arena se desmorone.
Dicen que el Amor lo puede todo pero sin confianza no puede haber amor. Lo único que puede mantener sujeta firmemente una relación es la confianza. Sin confianza no hay respeto y sin respeto se pierde todo, dos personas que algún día se amaron empiezan a distanciarse hasta que, aún estando físicamente juntas, sus almas hace tiempo que tomaron caminos separados.
Y es en ese momento de la ruptura cuando cada uno debe afrontar su realidad y comenzar a rehacer su vida, a encontrarse a si mismo después que el Amor se acaba entre los dos.
Lo más importante es no reprocharse, es encontrar la fuerza suficiente para saber que todos somos espíritus libres y que nadie ata a nadie. Que todo lo que pasa, por muy doloroso que sea, a la larga siempre será para bien. Por algo somos seres de luz que brillamos con luz propia aunque en ciertos momentos lo olvidemos.
Date la oportunidad de llorar, de gritar, de llevar tu luto y sanar. De reencontrarte a ti mismo y reconocer que en las buenas y en las malas tu siempre has crecido. Que a lo largo de los años siempre pudiste con todas y cada una de las pruebas que la vida misma te ha puesto enfrente y esta vez no será distinto. Que eres un ser único y esa es tu más grande fortaleza, que siempre habrá alguien quien te necesite y desee tenerte a su lado aún cuando todavía no te conozca, porque la Vida es así y así será siempre.
No te rindas, no eres el único que en algún momento te has sentido agobiado por la tristeza y la soledad. Aun con lágrimas en los ojos puedes hacer lo que más te guste o lo que más te de satisfacción. Ayudar a los demás es harto satisfactorio y reconfortante y poco a poco te darás cuenta de lo mucho que vales y de lo que eres capaz de dar. No te castigues quitándote a ti mismo el deseo y la esperanza de soñar. Sonríe.
Fuente de la Imagen: froedtert.com
Porque para amar y ser correspondido hacen falta dos, pero de nada sirve si no te amas primero a ti mismo. Y si aquella persona con quién compartiste no supo corresponderte y decidió marcharse, pues, bienvenido sea. Toma lo bueno y desecha lo malo y ten presente que la vida es un camino, no un destino, y lo que hagas en ese camino depende de ti mismo y de más nadie.
Al final, el Amor después del Amor siempre vendrá correspondido por más Amor, incluso de donde menos te lo puedas imaginar.
El material redactado es exclusivo para el uso en SteemIt y la comunidad Writing&Reviews