El muchacho sentía el frío de la pared metálica en su espalda, delante todo se veía sombrío y apagado, con un eterno gris a donde sea que mirara, solo se encontraban contrastes con los colores de los libros que descansaban en el prístino estante de hierro. En aquella habitación se sentía como una mercancía en un contenedor, como un ave en una jaula o un hombre en una prisión. Aquella habitación, era su prisión.
Ewan desde que nació había sido alguien con una capacidad increíble. Con la poca edad de siete años empezaba a controlar diversos idiomas, sabía hacer cálculos matemáticos avanzados y se mostraba habilidoso para el arte y lo demostraba con creces cuando esculpía. Había sido un niño único, un prodigio difícil de conseguir. Mientras más crecía, sus habilidades no hacían otra cosa que incrementar con celeridad. Sin embargo, con la llegada de su adolescencia su madre murió; siendo el único familiar que tenía quedó solo. Al poco tiempo llegó la visita de funcionarios del gobierno a su casa, quienes traían el ofrecimiento de parte del Estado, donde se ofrecía a hacerse cargo de él y tenderle una mano amiga, con la esperanza de que el potencial que tenía no quedara desaprovechado. «Nuestra nación ayuda a su pueblo», habían dicho.
Ewan, chiquito. c:
Maldita mentira…
Poco a poco, comenzaron a inmiscuirse en su vida, lo alejaron de sus gustos y sus pasiones y lo encaminaron a los intereses del momento que había en el país: armas. El gobierno quería expandir sus fronteras, quería crear nuevas colonias que le ayudara a incrementar su poderío, por ello había creado planes donde se financiaban carreras para jóvenes promesas, que pudieran ser usadas con aquellos fines. Ewan, en particular, había sido elegido para crear armas, había mostrado grandes capacidades en casi todo lo que se le ponía por delante, sin embargo, en la creación de armas había destacado como ninguna otra persona lo había hecho y se le había impuesto simplemente ese rol. Ewan había creado todo tipo de armas de fuego y armas blancas. Él podía, por ejemplo, encontrar la manera de transformar un burdo pedazo de hierro en una elegante y hermosa daga ornamentada. Era la única manera de sacar a relucir sus dotes artísticos, incluso cuando hiciera algo tan vacuo y absurdo como un arma.
Ewan adulto.
Los días habían perdido todo el color que una vez pudieron tener. Toda el hambre de conocimiento que una vez tuvo, desapareció; ahora solamente lo que le podía sacar un atisbo de sonrisa y placer era ver que lo que creaba tenía belleza, a pesar de lo que era. El único amigo que había hecho en su estancia por allí lo había hecho ver sus creaciones desde ese punto de vista Renly había sido el único que había querido estar cerca de él; la mayoría de las personas que trabajaban con Ewan lo alejaban y lo trataban con repudio. Renly había sido un gran apoyo, era la persona con la que podía hablar con naturalidad. Como ellos dos eran piezas esenciales para el gobierno se les complació en una petición de ambos: la creación de un helicóptero; que sería una de sus más grandes creaciones puesto que había sido la primera cosa que habían creado juntos y, además, que no era un arma, al contrario, estaba hecha de un material prácticamente indestructible. Este era una herramienta hecha para proteger.
Los dos habían tenido grandes ideas para futuro, habían decido que cambiarían las cosas en su entorno, que convencerían a todos para que eliminaran esas ideas imperialistas. Renly dio grandes discursos que movilizaron a las personas y crearon mucho revuelo y Ewan siempre estuvo a su lado. Cuando parecía que todo estaba funcionando y yendo para mejor fueron víctimas de una fuerte represalia: a Renly se le mandó a trabajar lejos y luego murió de manera misteriosa; a Ewan se le excluyó en aquel contenedor donde solamente trabajaría y no tendría oportunidad de crear rebeldías. Además, lo había despojado su helicóptero y lo habían cargado de armamento, lo que lo convertía en una especie de tanque aéreo.
Ahora solo podía pensar en lo que no fue, en todo lo que perdió. Sentir el frío de la pared recorrer todo su cuerpo. Se sentía frustrado de que el mundo funcionara de esa manera, con personas tan malvadas liderando y con personas tan buenas siendo víctimas de ellas. Había perdido a su madre, había perdido su libertad, sus ganas de vivir y se las habían devuelto con un gran amigo, simplemente para arrebatárselas con brusquedad. El mundo se reía de él. Todo era caos. Locura. Su creación había traído estragos, guerra y sufrimiento. Pero él podía hacer algo…
Logró convencer a sus jefes para que acudieran con él para pedir perdón. Cuando estos acudieron vio a unos hombres resueltos con aspecto soberbios caer víctimas de un gas creado por él para inmovilizarlos. Los llevó dentro del helicóptero y arrancó el mismo, no sin antes dejar el hangar hecho destrozos, quemó el contenedor donde vivía, con todos sus progresos y estudios. Voló con ellos atados en sus asientos, con el pasar de las horas fueron conscientes y le dijeron que se arrepentiría de lo que estaba haciendo.
—¡No tienes escapatoria de lo que has hecho, muchacho! —espetó uno.
—¿No te das cuenta que no estoy escapando? ¡Por primera vez en mi vida no estoy escapando de nada, estoy haciendo frente a lo que creo que es correcto! ¡Nunca más, nunca más volveré a dejar que nadie me ponga una correa! ¡Seré libre!
Su cuervo de la paz sobrevolaba un volcán en ese momento, había creado aquello tratando de ser indestructible; sin embargo, ni siquiera él podría quedar ileso de magma. Ewen hizo que el helicóptero cayera en picado. Cuando iba cayendo por la chimenea del volcán sintió el inmenso calor invadiéndolo, su espalda se sentía bañada en sudor y su garganta le ardía, alrededor de él todo estaba lleno de colores vivos que adornaban el interior de la nave. Aquella era su nave de la libertad, no un simple helicóptero, una nave que lo protegería de volver a ser esclavo de alguien. Él y su amigo, su hermano, la habían hecho para proteger a todos. Aquel lugar era su vía para la paz. Ni siquiera lograba escuchar los gritos de los hombres que estaban atrás.
Cuando el magma lo tragó todo, supo que jamás volvería a estar en una jaula.
Gracias a @belenguerra y @fendit por traer de vuelta este entretenido concurso. Ha sido un placer concursar una vez más y estaré encantado de futuras entregas. Espero que les haya gustado. :D
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¡Muchas gracias! :D
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Excelente publicación.👍👋 Te felicito amigo. Feliz día 🙏
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Muchas gracias. c:
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Congrats on being one of the winners of this week!!
We appreciate a lot your commitment with this community 😊
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