UNA POÉTICA ESENCIAL
La poesía de Jorge Gutiérrez ha sido fiel a su itinerario, que podríamos
resumir en la búsqueda de los espacios en blanco, donde se manifiesta,
una lucha permanente de la palabra que sale del estado primigenio
del alma. No para describirnos una realidad que agobia, o para darnos
los elementos de una lógica que justifique nuestra existencia, sino
para expresarnos el mundo con la objetividad que dan las palabras que
cantan, las cuales están más allá de cualquier metafísica del deseo.
Su primer libro llamado “Crónicas” es una poesía irreverente.
Fundamentalmente, relacionado con un momento político que usaba
la belleza como imagen reivindicadora del espíritu. La poesía y la pintura
se daban de la mano para expresarnos a través del arte mural,
los momentos necesarios del ser que eludía la metáfora como
manifestación estética. De allí que las palabras sean un referente
directo de la realidad. Miguel Ángel Campos sería el primer crítico
en señalar importantes atributosde esta obra: “muestrario para
una poesía, objetos para un cuadro”. En los versos de este libro,
cada cosa nombrada se da en una sucesión que busca anular el
sentido de otra que le precede. “Las cosas son números, nosotros la
crónica de las cosas”, dirán las últimas palabras de un autor que quiso
poetizar la ciudad bajo los parámetros de “lo críptico, la duplicidad
y el sinsentido, como acertadamente lo expresara Miguel Ángel Campos;
siendo lo críptico lo que impregnaría su obra posterior.
Un poema de “Crónicas”, nos indicaría el camino que recorrería
una poesía en búsqueda de los instantes más esenciales: “Del aire /
decían / aprendan su magia / Caímos / la lágrima / vendaba los ojos /
no la sentimos llegar /Ayer no existe / las piedras se cansaron /
los abecedarios / tienen / nuevos dueños / Les digo / no los entiendo /
el loro puede hablar por mí / Busquen en los baúles / los caballos
y las espadas”. Aquí las imágenes van apareciendo sin tropiezos,
o al menos no se someten al contraste de otras que le impidan
la iluminación. Hay una atmosfera mágica que lo rescata de lo
circunstancial. No busca las metáforas pintadas en los muros.
Se limita a evocar en la incertidumbre y en el silencio las palabras
más reveladoras. Otros poemas tienen un esplendor que busca
la trascendencia en el devenir de las cosas que enumeran, no para
recordarnos que existen, que son parte de estas contradicciones
que nos acaecen, unas veces por azar, otras por los oscuros intereses
que mueven al mundo, (“el mísil / lanzó /
agua florida / sobre / estambul y guanare”); sino para mostrarnos que
hay una belleza que persiste en ese encuentro entre la palabra y
lo que nombra, cuando se tiene una conciencia poética que va más
allá de lo vital.
Si bien la anti poesía de “Crónicas” surge para irrumpir contra cierta
convencionalidad de la poesía, que busca sólo en la belleza de la
imagen su única legitimidad y se acerca a la “expresión deliberadamente
cotidiana” (Hamburger), difícilmente (conociendo nosotros la
espiritualidad del autor, cercana al pensamiento aforístico y a
la “metáfora del sentimiento”, como afirmara Hölderlin de la poesía
lírica), podía el autor mantener sostenidamente esta visión del arte.
De allí que no parezcan abruptas las nuevas propuestas en su obra
posterior y que algunas veces juzguemos injustamente, el alejamiento
del poeta de un estilo que parecía prometedor. Su libro “Itinerario
del fuego” marcaría un camino que buscaba en la síntesis lo que nos
deslumbraba, la luz que está detrás de lo velado y sobre todo el fuego
robado a los dioses; porque la vida es un bosque cuyos claros significarán
para el profeta su acercamiento a lo divino, mientras que para el poeta
el canto que le da sentido al mundo. Plutarco lo dirá admirablemente:
“¿No ves cuánta gracia tienen los cantos de Safo, que encantan y
hechizan a quienes los oyen? Pero la Sibila, con boca delirante,
chillando palabras graves, sin coqueterías ni perfumes,
alcanza los mil años con su voz clara a causa del Dios”.
Apenas bastan un puñado de palabras que, apretujándose de manera
resplandeciente, harán posible el milagro del sol en el poema:
“Digo / del pequeño / sol / que crece / entre barcas / olvidadas”. He aquí
una historia solar no concluida que nace del abandono de las cosas que
percibe el artista y por lo tanto trascendentes, pues deja a nuestro
arbitrio asumirlas, o tal vez ocultarlas. Este texto tiene un sabor a
pensamientos de luz y su belleza nos parece similar a la de un poema
corto de José Gorostiza que lo inmortalizó para la literatura:
“A veces me dan ganas de llorar, / pero las suple el mar”. Los dos poemas
nos llevan a ese lugar donde la conciencia poética nos revela una
verdad que se capta como en la iluminación zen y, también,
convencernos de que, más allá de lo que dicen, está lo que sugieren o
callan. De allí que Camilo Balza Donnatti refiriera el carácter oriental de
esta poesía, al menos en la forma como se nos van presentando a través
de la brevedad del lenguaje.
El agua será otro elemento presente en “Itinerario del fuego”: “He /
bebido/ lo que queda / del viento / en su huida / a los dominios
/ del agua”. El agua no vista como la infinidad que expresa el mar, ni
como el fluir que Heráclito sustenta, ni como el viejo océano de
infinitos secretos en sus profundidades, insondable y no abarcable en
una mirada; sino como el lugar donde emerge la vida, el olor marino
de lo amado que va dibujando el poeta a lo largo de sus versos, como
un poema total que se fragmenta solo por razones del temor a la página
en la nada que es su blancura: “Perdona / que lleve / una gota / de agua
dulce / a tus labios / que devoran / gaviotas”. Lo amado va dándole
sentido a todo en su unidad, el fuego se hace domable por la palabra del
poeta que lo evoca para que ocupe un lugar en el poema, ya sea como
reminiscencia de lo que inexorablemente purifica y es ley universal que
lo gobierna todo, o como metáfora del deseo que procuran los amantes.
“El libro de los filiales”, la última obra hasta ahora escrita por Jorge
Gutiérrez, sigue siendo fiel al modelo que inicialmente trazaron los
libros “Itinerario del fuego” y “Antología de pura palabra”; es decir
el de una escritura concisa que busca expresar ocultos universos.
Igualmente, se da la plena conciencia creadora de un autor que
asume el reto de mirar más allá de los abismos, como también el de
cultivar un lenguaje denso que busca la iluminación. La ciudad
aparece evocada por la memoria ancestral del artista: tan solar y
de crepúsculos que dan continuidad a la vida: “Bajo / un tenue manto
/ de lluvia / la ciudad / vertía / sus lámparas / Y / yo nacía / de un
lago / La calle / era / entonces / el verbo primero / de la aurora”.
Este hermoso poema y uno de los mejores de este libro, es una
síntesis de la sensibilidad que expresa el encuentro de la lluvia
con el sol, sin perder la ciudad su propiedad lumínica. La
melancolía o el asombro cerca del lago, y sobre todo la calle que
nos da una identidad trascendente con el espacio que hemos
amado, llevan a la deducción matemática del entonces de la aurora.
La calle es el lugar de las sorpresas donde se gesta
el lenguaje primigenio. De allí que el poeta busque en el poso del
olvido las voces familiares que van configurando en ella, sus raíces
ancestrales, y su palabra ocupe esos sitios extinguidos: los trenes,
las casas de altos ventanales (“pequeño sol de campanas”),
los jolgorios decembrinos que acompañábamos con cantos, y el
mercado que era la luz: ”Entre / los dedos / sangro / un leve /
tumulto / de luz / Y / en dulce / aroma de memorias / zarpo /
mercado adentro”.
En este libro de poemas cada texto forma un universo con
musicalidad propia, algunos expresando esa melancolía del exilio
que tenemos todos los poetas, ese hilo de Ariadna que nos saca
de nuestro laberinto y nos lleva al espacio sagrado que evoca la
oración, porque “lo sagrado (en sentido amplio del término) se
encuentra en la poesía que detiene el tiempo, suspende el espacio”,
como lo afirmara Cristina Peri Rossi, al igual que las significativas
palabras de una letanía del autor: “Vuelvo / a la patria
/ cordero / de los amores / Madre nuestra / que estás / en la tierra /
Hagamos / la voluntad / del pan / en el hombre / y su sangre”.
Desde la presencia del crepúsculo que tiene una significación pura en
el devenir de estos textos, como la del silencio que expresan las piedras
a orillas del lago, en ese diálogo necesario entre lo absoluto y lo
contingente, el poeta erige una simbología americana que es cara a
nuestro imaginario. Es asombroso como la figura de Quetzalcoátl
el numen mesoamericano más importante de la cultura maya, quien
al bajar las escaleras del templo, deja una estela de serpiente
emplumada, tenga relación con el momento sagrado en que
compartimos la cena. El poema “Ángelus” es una magnifica síntesis de
dos visiones del mundo que se encuentran, la cristiana que rememora
el misterio de la encarnación y la mítica que expresa esa condición dual
del hombre que se mueve entre la ascensión y la caída: ”En / el ángelus /
yo / cenaba / con mi padre / pan / de sus filiales/ y desnuda leche /
de serpiente / emplumada”.
Si para los antiguos gnósticos “la salvación del descenso del alma se
obtiene por reminiscencia -la anamnesis platónica, en rigor, el
recuerdo de la morada del ser-” (Rubén H. Ríos); para el poeta, esta
se da a través del ejercicio poético, que mientras más se hace íntimo
en su universo creador, más expresivo en el alcance del canto como
se concluye en este poema:
“A / ras / de las
/ sombras / el balcón /yace / aferrado / de palabras / Muere /
de amor / el día / y pasa el hombre / con su cántico / embebido /
de lunas”.
This post has been selected as part of the Steemit's communities support program!
Thank you for being part of Writing & Reviews and sharing your content with us!
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit
agradecido altamente, saludos
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit
Thank you for sharing in Writing and Reviews! We appreciate a lot your engagement with this community.
This post has been selected within the TOP 10 of the week.
Thank you for your perseverance, dedication and for sharing what is born in your imagination with all of us.
We’d love to hear more from you!!
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit
altamente agradecido
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit