Uno de los regalos más bonitos que la vida te puede dar es una familia, sin embargo debes saber hacer las cosas, todo lleva su tiempo, tomate las cosas con calma y no a la ligera, piensa lo que vas a hacer más de una vez antes de realizarlo, y una vez ya hecho nunca te arrepientas de lo que hiciste.
Que satisfactorio es tener a un bebe entre tus manos abrazándolo y viendo lo hermoso que es ser papá, luego abres los ojos y ves a los niños corriendo por tu casa, recuerda cuando te molestabas con ellos y los malcriabas, “bellos recuerdos no”. Con el paso del tiempo esos niños comenzaron a crecer y luego del ruido que se escuchaba en tu casa, llegó el silencio.
A veces quisieras volver a escuchar a tus niños corriendo, gritando y dansando por la casa, cuando lo llevabas al cine o a comer helado, cuando te esforzabas doce horas de trabajo duro solo para que estuviera bien y feliz, después de todo son cosas que solamente un padre sabe.
Y una vez ya viejos volvemos a nuestro pasado, llegan los hijos de nuestros hijos, e intentamos mejorar las cosas, corregimos todos los errores del pasado, y lo que puedes escuchar es a tu hijo diciendo “Ojala fueras sido así conmigo”
De los errores se aprende y el vivir es un verdadero placer que no todos tienen, se agradecido con el tiempo que compartiste con tus hijos, y ahora tienes la oportunidad de compartirlo con tus nietos, después de todo es ley de vida!!