Fuente
El lobo la ve alejarse, solo le dio un beso y se fue, así, como si no hubiesen escrito mil historias con su amor; la sigue con lágrimas en vez de ojos, con horror en vez de paz.
-¿Por qué se marchó mi Caperucita? Ella no es loba, pero me amó como lobo y yo la amé como humana, ahora soy otra vez aquel lobo solitario que ella encontró en un bosque negro y que lo pintó de rojo.
Se levanta y se sube al despeñadero en donde puede seguir mirando el camino de la niña, y aulla, aulla fuerte.
Sus pulmones hacen que silencie el día y sin embargo no se escucha.
Corre por la montaña, pero no se mueve, todo es igual, no hay colores, solo negro, los demás lobos lo ven, pero él no alcanza a ver a nadie, quedó ciego aquella niña se llevó sus ojos; corre, para, tiembla, llora y maldice, muere un poco, y a veces se muere todo, ve sus garras, y no existen, su piel sin Caperucita, solamente es un harapo que ya no brinda calor.
Su cabeza es solo una imagen roja, y su alma se fue en el bolso en que su niña lleva guardados sus sueños, ya no puede respirar, ella se llevó su oxígeno, y hasta la última gota de la sangre de sus venas; y ahora, se desvela y se vuelve a morir.
-Que maldito fin darán los escritores a la historia de los dos, unos, dirán que fui infiel, otros que nunca fue real, y algún maldito dirá que marchó con otro lobo.
Y por fin, terminó de morir, su último suspiro no pudo salir porque dentro estaba ella.
Lo llevan a enterrar...y aún llora y vuelve a morir otra vez y otra vez, solo quiere morir; vuelve a ver una última vez, el camino que siguió la niña y no la ve, y se muere, ya no lo quedaban fuerzas, todas se fueron con ella.
-Mi lobito bello, que tienes que te oigo llorar...-pregunta la Caperucita...
El lobo abre sus ojos y la ve, la abraza y se acurruca entre su cuerpo. y la ama...
Y piensa... “bendito Dios...todo se trató de un sueño”