Part 1
Springtime, the warm rays of the sun radiated joy. The bustle of the streets drowned out the sounds. Walking, my gray countenance stood out from the crowd. My legs looked like lead, my skin was unhealthy, and the dark circles under my eyes, like those of a panda bear, denoted my precarious health. While laughter swirled in the air, I was preparing to end the reason for my suffering. Slowly but surely, I arrived at the university, looked for my classmate, and before entering the room, I felt the instrument in my pocket...
Life
The heart of the human being can be dyed in infinite colors. Carlos began to understand this at the age of 10 when he witnessed his father cheating on his mother twice in one day. As time passed, he grew up and had to watch one lie after another being born. Big and small, black and white. Unconsciously, he would silently watch the people around him. Perhaps in an attempt to understand why these things were happening, or perhaps the fear of living it in his own flesh
He was 5'8" when he graduated from high school. Unfortunately, his personality did not grow as much. Like a crooked tree or a speckled sheep, Carlos used to be teased by his classmates because he was the kind of person who had trouble communicating; they called him "The silent giant". Clumsy hands, few words, and a skin like a tomato when he was the butt of jokes that, in the end, were only moments of shame, but when the jokes are tinged with envy they may not be so light.
Shortly after graduating with honors, Carlos received a gift from his classmates who loved him most. Beaten, tied to a tree, and abandoned to the mercy of fate, he was alone for five hours until a homeless passenger heard his screams. To his bad luck, the incident ended there, without being able to retaliate because the parents of his companions were all very influential policemen, judges, and lawyers.
Breaking
Shortly after graduation, his parents separated. Carlos leaves with his mother and begins studying at the university shortly thereafter. Although it was very difficult because he had to work to pay for his degree, he encouraged himself by saying, "Better times will come," nothing could be further from the truth.
The classes began, and the subjects he saw, he always passed with quite high marks, this added to his introversion, created a distance between him and his classmates that was taken by many as arrogance. The same problems came again, from jokes to envy, to give way to beatings and abuse.
Fear grew slowly in his heart, and he did not understand why he was treated with such cruelty. From the beginning, he thought that something could change at the university, but it didn't... the bad plays only got heavier, even going so far as to cheat on him with a girl who pretended to be in love with him, just to teach him a lesson.
The fifth semester of the career and Carlos continued against all odds, in spite of everything. Until he received the fateful news, his mother was sick. Apparently, she had contracted AIDS because of the adventures of her ex-husband. Unfortunately, his mother could only stay with him for two more months.
Sadness, frustration, loneliness, many feelings and emotions assailed him, until one day something broke...
For a practical joke?
A joke?
A beating?
He himself did not know, but he knew, what he wanted to do now...
He took a table knife, and went to the university, to release all the words contained in his heart.
Because anger possessed him,
I wanted to hit.
Because he hates to burn,
I wanted to cut.
Because the sadness was heavy,
I wanted to tear.
One and the other,
And another,
And again.
Without knowing it,
A pierced heart,
A once clean floor,
Now stained,
Where blood is spilled,
And the hands are sullied,
The hands of the clock,
They do not move in reverse.
Is it broken?
It is broken,
Like a glass,
In a thousand pieces,
Cannot be reassembled.
Sad history,
Where hearts cry,
And no one can hear them...
Palabras contenidas, Parte 2
Parte 1
Primavera, los calurosos rayos del sol irradiaban alegría. El bullicio de las calles ahogaba los sonidos. Caminando, mi semblante gris destacaba entre la multitud. Mis piernas parecían de plomo, piel poco saludable y las ojeras como de oso panda, denotaban mi precaria salud. Mientras las risas pululaban en el aire, yo me disponía a poner fin con la razón de mi sufrimiento. Lento, pero seguro, llegue a la universidad, busque a mi compañero de clases y antes de entrar al salón, palpe el instrumento en mi bolsillo...
La vida
El corazón del ser humano puede teñirse en infinidades de colores. Carlos empezó a comprender esto a la edad de 10 años, al presenciar como su padre engañaba a su madre dos veces en un mismo día. A medida que transcurría el tiempo, crecía, y debía ver como nacía una mentira tras otra. Grandes y pequeñas, negras y blancas. De manera inconsciente, observaba en silencio a las personas de su alrededor. Quizás en un intento de comprender porque ocurrían esas cosas o tal vez, el miedo a vivirlo en carne propia…
Tenía un metro setenta y ocho cuando se graduó del liceo. Lamentable era, su personalidad no creció tanto. Como un árbol torcido o una oveja moteada, Carlos solía ser molestado por sus compañeros porque era la clase de persona que le costaba comunicarse, le llamaban “El gigante silencioso”. Manos torpes, pocas palabras, y una piel como tomate al ser blanco de las bromas que, al final solo eran momentos de vergüenza, pero cuando las bromas están teñidas con envidia pueden no ser tan ligeras.
Poco después de graduarse con honores, Carlos recibió un regalo de sus compañeros que más le querían. Golpeado, atado a un árbol y abandonado a merced del señor destino, estuvo cinco horas solo hasta que un vagabundo pasajero escucho sus gritos. Para su mala suerte, el incidente termino ahí, sin poder tomar represalia porque los padres de sus compañeros eran todos policías, jueces y abogados bastante influyentes.
Rompiendo
Poco después de la graduación, sus padres se separan. Carlos se va con su madre y empieza a estudiar en la universidad poco después. Aunque era muy difícil porque debía trabajar para pagar su carrera, se animaba así mismo diciendo: “Tiempos mejores vendrán”, nada más lejos de la realidad.
Las clases empezaron, y las materias que veía, siempre aprobaba con notas bastante altas, esto sumado a su introversión, crearon una distancia entre él y sus compañeros que fue tomada por muchos como arrogancia. Los mismos problemas venían de nuevo, de las bromas a la envidia, para dar paso a los golpes y el abuso.
El miedo crecía lentamente en su corazón y el no entendía porque le trataban con tal crueldad. Desde un principio pensó que algo podía cambiar en la universidad, pero no fue así… las malas jugadas solo se hicieron más pesadas, llegando incluso a engañarlo con una chica que fingía estar enamorada de él, solo para darle una lección.
Quinto semestre de la carrera y Carlos seguía contra viento y marea, a pesar de todo. Hasta que recibió la fatídica noticia, su madre estaba enferma. Aparentemente, había contraído sida por culpa de las aventuras de su ex¬esposo. Desafortunadamente, su madre solo pudo permanecer dos meses más con él.
Tristeza, frustración, soledad, muchos sentimientos y emociones le asaltaban, hasta que un día algo se rompió…
¿Por una broma pesada?
¿Un chiste?
¿Una paliza?
El mismo no lo sabía, pero sabía, lo que quería hacer ahora...
Tomo un cuchillo de mesa, y se dirigió a la universidad, para liberar todas las palabras contenidas que pesaban en su corazón.
Porque la ira le poseía,
Quería golpear.
Porque el odia quemaba,
Quería cortar.
Porque la tristeza pesaba,
Quería desgarrar.
Una y otra,
Y otra,
Y otra vez.
Sin saberlo,
Un corazón atravesado,
Un piso una vez pulcro,
Ahora manchado,
Donde la sangre se derrama,
Y las manos mancilladas,
Las manecillas del reloj,
No se mueven en reversa.
¿Está roto?
Roto esta,
Como un vaso,
En mil pedazos,
No se puede rearmar.
Triste la historia,
Donde los corazones lloran,
Y nadie los puede escuchar…
Camera: Honor 7s
Photographer: @leonelb
Image Editor: Microsoft Powerpoint 2010 / NCH software
