No sé cuantos días han pasado desde que me encerraron aquí, a nadie he hecho mal como para tener que pasar por esto.
He visto desde un pequeño orificio en la pared como pasan los días y las noches, pero antes de despertar aquí no sé cuanto tiempo he pasado inconsciente. Desperté y estaba aquí, tumbado en el suelo, un poco aturdido, sensación que permaneció por algún tiempo -que tampoco sé cuanto-.
Puedo ver a través de ese pequeño orificio en la pared algunos pastizales, parece ser un campo, una hacienda, o una casa grande rodeada por mucha vegetación, algunas veces escucho voces lejanas, pero ninguna conocida. Justo ahora, sin saber que hora es, ni que día, es de día, el sol me lo dice.
Amanece, lo sé porque el sol me lo dice, y me levanto, o al menos hago el intento. Mis fuerzas han ido mermando con el paso de los días, comer una vez al día una comida insípida tiene ese efecto, puedo sentir mi barba larga, nunca antes la tuve así, no puedo verme, pero no creo que me guste lo que vea si pudiera verme al frente de un espejo.
No hay nada peor que vivir sin saber que haremos, hacia donde nos encaminamos, sobre todo si este "destino" depende de alguien más, a quien no conoces y de igual manera, desconoces sus planes. Sólo me mantienen vivo y ya, pero no viviendo, que es algo muy diferente. Tener la posibilidad de respirar garantiza permanecer con vida, pero un encierro como este sin poder disponer de mi tiempo, sin planes que cumplir, eso, eso no es vivir.
Mi último recuerdo como ser libre es aquel día que salí a caminar a las 2 de la tarde, había llovido casi toda la mañana, y debido a eso hubo un poso de agua que se formó al frente de una cancha de Futbol, me detuve y sentí que alguien se acercó rápidamente, no me dio tiempo de reaccionar, un trozo de tela cubrió mi rostro y eso es lo último que recuerdo.
Pero prefiero quedarme con el recuerdo del reflejo de las rejas de la cancha en el agua, antes de pensar ene l momento que la tela me imposibilitó ver, y luego aparecí aquí, sólo con el sol diciéndome cuando empieza y termina un día, con un pequeño orificio que me permite ver un pequeño espacio externo que me es ajeno.
Esta es una historia ficticia, creada en el marco de "Me gusta ser original", con la intención de compartir contenido original y diferente en la plataforma. Las imágenes han sido captadas por mí con mi teléfono Motorola G31, en la ciudad de Bogotá.
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Interesante historia, incluso invita a reflexionar sobre como llevamos nuestras vidas, la tela blanca puede ser puesta por nosotros mismos, llevarnos al encierro y saber que es de día o de noche solo porque el sol nos los dice.
Lo tomaré como una reflexión para acompañar el café de esta tarde.
Saludos.
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Que bueno que ha servido esta publicación para inspirar una reflexión. Muchas gracias por comentar.
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una buena reflexion es agradable leerla la veo como estar deprimido y salir de la depresion hay dias en los que se amanece asi y no provoca nada como el hombre que mencionas que se dejo la barba por dias pero bueno el sol radiante le dio vida y esperanza asi es la vida hay dias lindos y dias feos en lo que los animos decaen saludos y bendiciones!
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El sol es una gran fuente de energía incluso los países donde el sol se deja ver mucho menos la tendencia a la depresión es mayor.
Muchas gracias por comentar.
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