Nueva dinámica: Historias Increíbles

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Historias Increíbles

Hola parceros, todos tenemos recuerdos de nuestra infancia, es que sin duda, es una época mágica, donde las preocupaciones no son más que elegir con quién jugar. No crean que hoy vengo a hablar de eso, no, ya hace poco hubo un concurso, donde hablaron de su infancia y esos bellos recuerdos. Sin embargo, hoy si me he regresado a mi niñez para recordar todos esas "Historias increíbles" que me decían mis padres, para hacer que no hiciera alguna cosa. Quizás aún no entiendan de que hablo, pero en el siguiente párrafo, ya lo entenderán.
Un árbol creciendo en mi estómago

Cuando era pequeña, siempre me comía las semillas de las frutas, no todas, hay unas que son demasiado grandes, como las de mango. Yo las que me comía, eran las de mandarina, no las mordía, solo las pasaba por la garganta, es que su tamaño pequeño ayudaba a esta labor. Mi mamá, cuando me veía hacer esto, decía: " No te comas eso, porque cuando esas semillas lleguen al estómago, empezarán a crecer y te saldran hojas por los oídos, nariz, boca". En pocas palabras, según mi mamá, yo me convertiría en un árbol, por comer las semillas de mandarina y aún estoy esperando volverme un arbusto, pero, como que ya no pasó.

Esas son "mentiras piadosas" de los padres, que buscan que sus hijos dejen ciertas cosas o comportamientos, con historias increíbles como estas. Aunque, sí le cuentan una historia de estas a un chico en estos tiempos, no creo que la crean y hasta podrían explicar la razón de porque eso no es verdad. Yo jamas hice caso a esta historia, supongo que muy en el fondo, quería ser un árbol como los de la película El Señor de los Anillos.
Cuando se pegaron mis intestinos por comer chicle

Otra mentira piadosa que me decían mis padres, era que no debía comerme el chicle, porque se pegarían mis intestinos, ellos lo decían de manera más coloquial: "No te tragues el chicle porque se te pegarán las tripas" y saben qué, eso tampoco pasó, nunca se me pegó nada, más que el cabello, un día que un chico hizo una burbuja de chichle y la reventó en mi cabello, pero, esa es otra historia.

Como estás, hay muchas más, está la del coco que viene cuando los niños se portan mal, o la del trozo de carbón que deja Santa Claus cuando no eres obediente con tus padres. Y de eso puedes hablarnos, que nos cuentes esas historias que te decían tus padres para que siguieras un buen comportamiento. También podrías hablarnos de si a ti sí se te pegaron los instestinos tras comer chicle, o sí te convertiste en árbol, cuentanos todo lo que quieras y usa el Tag #historias-increibles.


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#historias-increibles

De nuestra parte, como comunidad, estaremos apoyando todas las publicaciones desde la cuenta comunitaria en el transcurso de la semana. Una sugerencia, pueden invitar a otros usuarios a participar (tantos como quieran), para que tengamos más historias increíbles. No olviden que está prohibido el plagio y sí usan imagenes deben ser propias o libres de derechos de autor, tampoco está permitido el uso de IA.

Créditos Margarita Palomino
Dibujos elaborados por mi en Ibispaint y editados en Inshot. Exclusivo para Steemit.

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Que buena dinamica. La pase super bien recordando. Un abrazo parcera 💪

https://steemit.com/hive-113376/@soyronald/historias-increibles-hablando-con-los-animales

Vaya vaya, en realidad creo que tenemos todos cosas que contar en este sentido, así que estaremos viendo historias que nos causarán gracia, seguro que si.

Hace un tiempo leí una historia real de una persona que siendo adulto empezó a sentir problemas respiratorios, y resulta que una semilla, cuando era chico, llegó a sus pulmones, y por alguna razón siendo adultó empezó a germinar, y tuvo que ser operado... cosas que pasan, pasas que cosas...😁

Ay no, entonces si podemos volvernos árbol comiendo semillas ja, ja,
Ya me dio miedo hasta comer ja, ja .

Yo pensándo que eran inventos de los padres y ya cuando soy adulta mayor y estoy casi geriátrica, descubro que es real, podemos hacer que crezca un árbol... y seguro habrá alguno por ahí qué entró por urgencias tras los intestinos pegados por el chicle ja ja...

Se comprueba, que los padres nunca mienten y sus historias fantasticas son de verdad... ja ja