The Diary Game: Sábado 21 de diciembre de 2024. Una muy larga y triste despedida.

Y hoy llego el día que no quería que llegara, aunque debo decir que la semana no se fue tan rápido...

…pero igual no deseaba que llegara este día. Hoy Juliana tenia que volver a su casa y eso de verdad me tenia ansioso desde la noche anterior, convivimos exactamente ocho días y ya me había acostumbrado a tener su presencia en casa. Sin embargo ambos sabíamos que este día tenia que llegar.

E iniciamos el día con mucho estrés, pues los contactos que tenia ella para conseguir pasaje de vuelta le quedaron muy mal, después de haberle dicho que podía reservar el mismo día de regreso, incluso habiendo preguntado el día anterior, hoy cuando fue a reservar le dijeron que ya no había boletos, quedaron en conseguirle uno con otras líneas pero después no contestaban los mensajes.

El flujo de personas en el terminal de la Bandera. (Foto Propia)

Ante esta situación, tuvimos que salir apresuradamente. Mientras ella hacia maletas yo hice el desayuno y me aliste para acompañarla, no nos esperaba una tarea fácil, pero ella tenia que irse hoy. En casa la esperaban su hija, su mama y su gato, con los que había quedado en regresar este día. Aunque debo admitir que no quería que se fuera, estaba en la completa obligación de ayudarla.

La tarea no fue fácil, en el terminal tuvimos que recurrir a los servicios de un "valet", cosa que no recomiendo a nadie pues la mayoría son unos estafadores, pero este en cierta forma nos ayudo. Después de brincar por toda la zona de boletería con opciones no convincentes, al final logramos conseguir un boleto para las 8 de la noche en una línea. Al menos viajaría en algo seguro y no tendríamos que recurrir a los "piratas", que no son nada confiables.

Almorzando algo. (Foto Propia)

Ya satisfechos porque habíamos conseguido nuestro propósito, había que hacer algo las seis horas que faltaban para la salida del autobús. Volver a la casa estaba descartado porque no nos iba a dar tiempo, así que la lleve al centro comercial Los Próceres a comer a Burger King, habían pasado varias horas después del desayuno y ambos teníamos hambre.

Estuvimos un buen rato en el centro comercial, no es tan concurrido como otros que he visto, pero aprovechamos la tranquilidad relativa de la feria para conversar, buscar una toma de corriente para poner a cargar el teléfono de ella y reflexionar un poco.

Ya luego de cargar el teléfono la lleve a conocer el Paseo Los Próceres. Le gusto mucho, aunque para mi parecer esta un poco descuidado y lleno de buhoneros en los espacios de los monumentos. Hasta el respeto se ha perdido por lo monumentos patrios.

El Paseo de Los Próceres. (Fotos Propias)

Se nos fue el tiempo mostrándole todo el paseo, es un lugar que conozco bien pues de niño solía vivir en la zona y muchas veces mi mama nos llevaba a jugar ahí. Le contaba a Juliana las diferencias de como eran las cosas entonces a diferencia de como son ahora, simplemente han habido muchos cambios, algunos para bien y otros no tanto.

Ella estuvo muy entretenida tomando fotos, creo que le gusto a pesar de todo. A medida que iba oscureciendo, las luces de navidad y el encendido de las fuentes fueron cambiando el panorama y todo se hizo mas llamativo. Pudimos ver a lo lejos la Cruz del Ávila iluminada y el complejo del Hotel Humboldt en la cima del pico El Ávila, donde habíamos estado en días anteriores.

Nuestro recorrido por el paseo Los Próceres. (Foto Propia)

Cercano a la hora de ir al terminal nuevamente, decidimos comer algo en la llamada "Calle del hambre de Los Próceres" (hay una calle del hambre en todos lados ahora), donde nos sentamos a cenar unas ricas hamburguesas de chuleta, la cual es primera vez que ella las probaba y le gustaron. Hablamos mientras comimos hasta que vimos que se acercaba la hora irnos.

La acompañe hasta la zona de abordaje y me quede con ella hasta que la llamaron para subir el autobús. Debo decir que la sensación de vacío que sentí cuando la vi salir por esa puerta es difícil, pero fue una semana de gratas experiencias juntos y seguramente vendrán otras mucho mejores.

Ya despidiéndonos, antes de su abordaje. (Foto Propia)

Sali del terminal corriendo, era un poco tarde y estamos en un mes en que el transporte deja de trabajar temprano por las fiestas. Afortunadamente conseguí una buseta que me llevo a la estación del metro mas cercana de la línea 1 y pude regresar a casa sin problemas. Me quede despierto dándole los toques finales a la clase de la segunda semana del desafío de enseñanza, mientras daba chance a que Juliana me dijera que ya había salido y que todo estaba bien.

Así amigos, termino este sábado de largas despedidas. Espero haberles hecho un relato entretenido.