Buenasssss buenass mis queridos parceros, espero que todos estén bien con la bendición de dios y la virgen del Carmen, con mucha salud y dinero jajajaja. Éste día empezando la semana les quiero comentar de un personaje emblemático él cuál conocí en mi día a día aquí por estás calles de Medellín.
Empecé cómo todos mis días tempranito para ir a mi trabajo, con mi cafecito de la mano ustedes saben que soy adicta a la cafeína, hasta caramelos como sabor a café, algunas veces pienso diossss cuando tenga que dejar el café por temas de salud rapidito me iré al hueco jajajaja.
Este día no cociné mucho había quedado del día anterior unas lentejas que hice muy ricas, no es por echarme flores pero si quedaron sabrosa jajaja, bueno preparé arroz tajadas y frite cerdo cómo dicen aquí y listo mi almuerzo para 3, preparé arepas con queso y mantequilla para el desayuno, yo desayuno a las 6 de la mañana antes de irme a trabajar no me gusta llegar al trabajo comiendo, termine de hacer mi oficios rutinarios y me preparé para salir.
Mi amiga Viví ahora casi no la veo porque está saliendo más temprano por cuestión de horario, agarré mi camioneta o bus y llegué cómo todas las mañanas a la avenida Oriental, aquí viene el cuento del personaje.
El señor Juan Pablo, es un comerciante informal o buhonero cómo le dicen en mi país, no sé cómo le dicen aquí vendedor etc...lo interesante del caso es que el señor Juan Pablo todo el mundo le dice Negro es su alias por su color de piel, tiene 8 años vendiendo golosinas en ése punto, empezó con una cajita con caramelos o confites, me dice mi amiga Viviana que lo conoce desde ese entonces.
Él coloca su puesto a las 4 de la mañana hasta las 3 de la tarde, ahora es un negocio grande tiene de todo lo que se te ocurra buscar, desde un caramelo hasta lo que no te imaginas, vende café o tinto, con leche o perico, infusiones o té, pan, dulces y salado, hace recargas para teléfonos, vende cigarrillos, todo tipo de caramelos, tapa boca, medias, mejor dicho que no tiene, me dice que es de la costa no es paisa pero tiene muchos años radicado aquí.
Usa los asientos de la caminería los lava con agua y jabón y les coloca unos plásticos para que sus clientes se sienten a platicar mientras toman tinto se fuman su cigarrillo o hacen cualquier otra compra para después seguir su ruta, siempre está full de personas trabadores de por allí cerca, yo todas las mañanas me siento a tomar café con leche y a observar su trabajo tiene clientes que llegan y no le piden nada él ya sabe lo que quieren su café o infusión y se los prepara.
Es un señor de 58 años pero negro al fin no se le ven los años, es súper agradable es callado pero preciso en su trabajo, todo el mundo le tiene cariño, no se cómo hace para atender a todo el mundo a la vez, a mí parecer es un trabajo difícil y digno de admirar, y lo que se escucha es chao negro, chao negro. Yo allí me relajo un poco todas mis mañanas antes de agarrar mi otro bus al trabajo.
Bueno listo llegué a mi trabajo full trabajo el chico que trabajaba conmigo anda de correría a la costa ósea con mil cosas que hacer, llegó mi hora de almuerzo, a comer. El intenso hoy estuvo tranquilo no molesto mucho porque sabía que tenía full trabajo jajaja, y yo le monto mi cara de que no moleste. Llegó mi hora de salida, se veía el sol metiéndose y cayendo la noche, a prepararme hacer el mismo recorrido de la mañana.
Llegué a mi casa super cansada, llego me quito todo y quedó cómo María la del barrio jajajaja. Ceno cualquier cosa y me acuesto a revisar mi teléfono y ver mis reality El Desafío mi preferido de todos los tiempos, voy al baño y listo a dormir.
Colorín colorado éste cuento se terminó, siempre agradecida con todos por el apoyo y por leerme. Dios me los bendiga.
Dios me los bendiga. 🙏
Las fotografías son de mi propiedad, tomadas con mi teléfono Redmi 9.