... cuando me prometí que no te los pondría antes de los 3 años.
Por terminar el día y pensar que debería haber jugado más tiempo contigo.
Por perder la paciencia diciendo: ¿Y ahora queee pasa? Cuando en realidad lo único que pasa es que necesitas de mí.
Por sentirme bien cuando tengo un rato para mi misma y querer más.
Por sentirme perdida muchas veces y no saber qué necesitas en todo momento, ya que se supone que "las madres entendemos a nuestros hijos" pero a veces....no sé que pasa.
Cuando veo a otros niños de tu edad haciendo cosas que yo todavía no te he enseñado, me vuelvo a preguntar "¿Lo estaré haciendo bien?"
Por no hacer platos tan elaborados y bonitos como los que veo en redes sociales.
Por no tener los juguetes de moda y caros que alegran cualquier fotografía.
Por cada "NO" que te digo. Me duelen tanto...aún cuando me repito a mi misma que "Los niños necesitan límites". ¡Al diablo la psicología¡
En definitiva, por no se la madre perfecta que alguien como tú se merece.
Y aún así soy tu todo.
❤️ A la primera a quien llamas cada mañana y a la última que buscas antes de dormir.
❤️ Yo soy en quien te refugias cuando llegamos a un sitio nuevo y a quien pides la mano cuando hay un escalón más alto de lo normal.
❤️ Es conmigo con quien tienes miradas de complicidad y códigos que nadie más entiende.
Y es en ese momento cuando me quito todo el peso, y decido volar destino al paraíso de la autocompasión en el que encuentro siempre la misma respuesta:
"¡No lo estás haciendo bien, lo estás haciendo genial!"