Saludos estimados amigos de Steemit Nursery, agradecido con @bright-obias por permitirnos contar una parte de nuestra historia a través de este ingenioso concurso.
El recurso más valioso que poseemos los seres humanos es el tiempo, es través de el que medimos nuestra existencia, experimentamos diversas situaciones y organizamos nuestros recuerdos; que posterior nos harán rememorar esas vivencias que quedaron grabadas en nuestra mente a través de la experimentación de emociones fuertes e impactantes.
Emociones que nos ayudaran a reencontrarnos con esos momentos especiales y significativos que nos acompañaran durante nuestra vida y que marcarán un antes y un después en nuestro corto paso por este mundo.
A mis 36 años puedo asegurar que uno de los mejores momentos de mi existencia se remonta al nacimiento de mi único hijo, el cual fue todo un gran acontecimiento familiar, porque permitió vivenciar diversas emociones en corto tiempo.
Nació de 34 semanas, de forma prematura, generándonos angustia, preocupación, miedo y un gran ajetreo, en una fría madrugada de febrero, haciéndonos correr hacia el Hospital Universitario de Coro Doctor “Alfredo Van Grieken”, cambiando todos nuestros planes para abrirle las puertas a una mágica experiencia que daría paso a una nueva forma de ver y entender el mundo.
Fueron horas de espera acompañadas de oraciones y de fe, que trajeron consigo el maravilloso y anhelado encuentro con mi pequeño gigante, con mi bebé hermoso, con esa ternurita que al verlo por primera vez me hizo sentir amor, nostalgia, felicidad, serenidad y agradecimiento al creador de los cielos y la tierra por tan extraordinario regalo y que en especial me hizo gigante y me recordó el gran compromiso y la maravillosa responsabilidad de ser padre.
También días de gran conexión espiritual, de reencuentro con las creencias, de noches de desvelo, de suplicas a todo momento, de muchas lágrimas, de reanudación de la esperanza, de reforzamiento del amor hacia la familia y de unión verdadera, debido a que mi bebé por su prematuridad estuvo 15 días recluido en la unidad neonatología.
Cada día brindaban noticias diferentes, algunas muy positivas y otras no tan alentadoras, así como también compartí con otros padres la alegría de ver mejorar y que les entregaran a sus bebes y por otro lado el terrible sufrimiento y el llanto de otros por el deceso de sus retoños, situación que me ayudó a aferrarme más a Dios.
En esa situación comprendí lo frágiles y lo fuertes que somos los seres humanos ante la vida, además probé y renové mi fe para poder vivir y sentir el milagro de Dios, que hizo posible sentir la felicidad de llevarme a casa a mi bebé sano y salvo, para brindarle amor en abundancia, protección y un caluroso hogar.
En especial comprobé la maravillosa e incuestionable existencia de Dios, su majestuosa forma de hablarnos y de demostrarnos su amor para con nosotros los seres humanos a través de las situaciones más inesperadas.
Hermosas palabras, definitivamente es un maravilloso milagro, Dios lo bendiga siempre.
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