Buen día Gente bonita. Hoy comienzo mi día con una bocanada de aire fresco que proviene de nuestro majestuoso cerro El Ávila. Estaré cerca para realizar además algunas diligencias, pero me tomo unos minutos para contemplar como a pesar de la prisa con que llevamos el día a día, la naturaleza nos enseña a estar siempre presentes, a contemplar la magia de vivir en el Ahora.
Admito que no sé nada de fútbol, pero de camino a mi primera parada, me conseguí con el transporte oficial de nuestro equipo de fútbol nacional. Imposible no sentir orgullo por unos muchachos que con todo su esfuerzo, han dado lo mejor de sí por dar a conocer a nuestro país. Y siento emoción y pienso SOMOS VENEZUELA, un país de mucha gente valiosa, que día a día se levantan temprano para alcanzar sus más anheladas metas.
Siempre he sido una persona muy sana, gracias a Dios, pero debía retirar unos exámenes médicos que me realicé, en vista de que sentía una pequeña molestia en el área abdominal. Ese centro médico contaba con personal calificado que me hicieron sentir a gusto y hasta pude reírme de cosas de la vida cotidiana con ellos. Definitivamente, la vida tiene el color que queramos ponerle.
Posteriormente, aproveché a darme unas horas de permiso de mis quehaceres del hogar. La dinámica diaria y la rutina a veces agotan un poco, y el estar a solas unas horas me ayudaría a recargar baterías para retornar a casa con mayor energía. Hay rincones en la ciudad que han sido creados con el corazón y hasta el más sencillo puede servir de fondo y llenar tu vida de color. Amo este mural.
En casa está de visita mi segunda Mamá, la madre de mi compañero de vida y cumplirá años el fin de semana. Aprovecho el tiempo libre para comprarle un detalle que la haga sentir especial, pero en realidad ella merece que le bajen el Cielo. Es una de esas Almas puras que se dona entera para llenar de Luz la vida de los que la rodean. Que el Universo se expanda para ella.
Una vez en casa, ni pensar en descansar un ratito, es hora de jugar, es hora de volver a ser niño. El Universo me regaló la experiencia de tener un varón, de aprender a jugar rudo, de correr, de medir fuerzas. Lo amo con todo mi Ser.
Como comenté, tengo a mi suegra hermosa en casa y también a mi cuñado. Nos invitaron a mi esposo y a mi, a tener un momento de reflexión, a leer palabras llenas de Sabiduría. El tiempo se nos fue disfrutando de esa actividad tan enriquecedora, donde tenemos la oportunidad de conocer la percepción de nuestros hermanos con respecto al regalo de la Vida.
Finalmente, agotada pero feliz por las vivencias del día, vienen los 5 minutos más difíciles, tratar de cepillar los dientes de mi niño de tres años. Es movimiento, es intranquilidad en un estado interior de quietud, es mi recordatorio de que todo en el Universo se encuentra siempre en movimiento, así parezca lo contrario.. Mañana será un nuevo regalo como lo fue hoy!
Todas las fotos son tomadas con mi teléfono celular
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