Luego de leer una infinidad de novelas y algunos libros más variados me he dado cuenta de que a veces la lectura en algunos casos puede variar y convertirse más rápida o lenta. Entonces he averiguado un poco sobre este asunto y he decidido compartir contigo 5 formas que podrían ayudarte a leer más fluido; ya sea un libro o un post acá en Steemit.
Pero primero, algunos datos que debes conocer: La lectura promedio de un adulto es de 200 palabras por minuto, con una comprensión del 60% del texto en general. Existen vía online muchos test gratuitos que pueden ayudarte a medir tu nivel de lectura, por acá te comparto uno que me gustó muchísimo por su comodidad y los datos que me ofrece.
Además de esto, quiero decirte que no es motivo de vergüenza el hecho de tener una lectura súper rapidísima. Lo cierto es que incluso estadísticamente los latinoamericanos tenemos el peor índice de concentración en el mundo. El hecho de que estés aquí, leyendo este post porque sabes que puedes lograr una lectura más rápida, es un buen motivo para sentirte orgulloso.
Después de haber conocido esto, y si consideras que podrías mejorar la velocidad de tu lectura, entonces te invito a seguir leyendo mientras te comparto estos curiosos datos.
5 formas de lograr una lectura más rápida
1. Relájate: Si sientes que al leer no lo haces con suficiente fluidez y tiendes a colapsar no solo por la información que lees sino por todas las cosas que te cortan la vena inspiracional que surge de ti entonces podrías comenzar con tomar una respiración profunda una y otra vez, esto permitirá que tu cerebro reciba más oxígeno y poco a poco el estrés que sientas comience a disminuir. Pero si aún sientes que la cabeza de va a explotar podrías tomar una pausa activa, que consiste en despegarte de tu teléfono o laptop y dejar que tu cerebro descanse y procese toda la información procesada. Uno cree que es mentira, pero el cerebro también necesita descansar.
A veces no es que no leas rápido o no tengas concentración, sino que necesitas tomar más pausas activas, relajarte, distraerte en otra cosa y luego continuar. Podrías aplicar la técnica de Pomodoro; trabajas veinte minutos y reposas cinco.
2. Cuida el sitio en el que lees: Cuando lees ¿donde sueles hacerlo? ¿En la cama, entre tus sábanas hechas o desechas, o sentado en un escritorio, algo desordenado y con poca iluminación? Cuidar del espacio en el que se lee a veces puede ser la clave para el éxito, si sientes que no terminas de leer todo o te cuesta hacerlo podrías comenzar a leer en un sitio despejado, por ejemplo, podrías sentarte de manera correcta en una habitación que tenga mucha luz, lee con la distancia prudencial a la pantalla o al libro que tengas, bloquea los sonidos que puedan distraerte o pon la música que te guste, intenta que tu alrededor luzca armónico y despejado. Esto te ayudará bastante.
3. Establece un horario de lectura: Llega un momento en el día en el que nuestro cerebro comienza a mandar señales de que ha sido suficiente información por el día, si estás en medio de una lectura, esto podría afectarte. Por suerte, es cuestión de una buena organización para que esto deje de pasar. Si estableces un horario que te permita hacer pausas y de esta manera lograr que todo parezca ir más fluido, tu cerebro lo agradecerá y dejara de mandarte esas señales que en algunos casos pueden ser molestas o inoportunas.
Como dato extra te aconsejaría que dejaras toda la información pesada o el bombardeo, como yo le llamo, para las horas más tempranas, lo más cercano a tu inicio de día. Esto se debe a que el cerebro cuando tu estás durmiendo procesa toda la información del día anterior y recarga la energías, que dicho de otra manera, sería como si tu cerebro al dormir recargase su pila y a la mañana siguiente este listo para la jornada. Todo lo demás, en lo posible ligero, podrías ir dejándolo para la tarde o noche, será mucho más fácil de asimilar.
4. Sigue la línea de lectura: Si cuando leyeses podrías ir apuntando o haciendo un recorrido de la línea que vas leyendo tu lectura podría acelerarse. Sé que parece una actividad que haría un niño al aprender a leer, pero es altamente efectivo, ya que obligas a tu mirada a seguir al ritmo de tu mano las letras que lees. De ésta manera serías tu quien establece el ritmo en el que quieres que vaya tu lectura.
5. Establece una meta: Si buscas leer un artículo o libro encuentra un propósito o motivo, para ello al leer puedes anotar y tomar ideas y a medida de que vayas leyendo hazte preguntas respecto a lo que lees para ver si estás entendiendo. Luego repasa el libro o artículo, evalúa su estructura y patrón y porqué lo recomendarías. Por último comparte tu experiencia al leer este material con alguien, de esta forma la información será captada con más veracidad de tu parte. Una vez hayas puesto en práctica esto, notarás que no necesitas leer a profundidad cada libro o artículo para poder extraer la información que quieres sacar de él.
Espero este post te haya servido de ayuda, ¡gracias por leer!
Nos vemos luego-lueguito