Unas buenas noches para ti.

Ya sé que estás pensando en la misma soledad que heredé con tu partida, y que deseas compartir conmigo, y pese a que nos hallamos sumamente cerca.

¿Sabes? Hay mucha gente que está en otros países, y las siento más cerca que tu presencia en mi existir, y todo se debe a que nuestro amor se erosionó, como la piedra que la coriente no dejó nunca de rasgar suave, pero con constancia.

Hoy no tengo corazón para dejar de pensar en tu soledad, ni tampoco para reprocharte que te hayas alejado y que aunque me veas, no expreses nada.

A veces somos indiferentes con esa persona que fue el gran amor de la vida. Pero la misma vida yerra, y es lo que nos está aconteciendo.

Yo, por mi parte, te sigo esperando porque he experimentado que eres mi amor.

Y te doy unas buena s noches que aunque llenas de soledad, no dejan de ser de amor.